Frutillar El Ciprés

Trucos | Consejos | Comentarios

Donde Botar Un Refrigerador En Santiago?

Donde Botar Un Refrigerador En Santiago
En tiempos de consumo contínuo y obsolescencia rápida, es común el deshacernos de artículos de nuestros hogares. Electrodomésticos, muebles y elementos más grandes no son la excepción. Esto ha provocado que sea común ver cachureos de mayor tamaño tirados en la calle, probablemente colchones, sillones y desechos tecnológicos. Donde Botar Un Refrigerador En Santiago Ilustración: Leo Camus. En Santiago Centr o existe un servicio de retiro gratuito de enseres y cachureos para todos los vecinos de la comuna. Desde la municipalidad, cuentan que lo que más han retirado son colchones, más de 14 mil. En segundo lugar 6.250 sillones y de línea blanca, 5.600 objetos, incluídos refrigeradores, cocinas y lavadoras.

  1. Todo estos residuos van a parar a una estación de transferencia en Quilicura, donde se determina su paradero final.
  2. Allí se ve si es posible reciclarlos —si se encuentran en buen estado— o si terminarán en un vertedero.
  3. El mayor objetivo de este servicio es que todos los habitantes de la comuna lo usen, para así evitar los insalubres microbasurales.

https://www.latercera.com/practico/noticia/como-ser-vegano-guia/825032/ Este año, en La Reina comenzó un plan para combatir también este tema. En el llamado “día del cachureo”, están calendarizados los sectores correspondientes de la comuna. Según la fecha estipulada para cada lugar, los vecinos podrán dejar elementos en desuso afuera de su domicilio desde las 22 horas del día anterior.

  1. Providencia y Las Condes, cuentan con un servicio municipal, con la diferencia que posee un costo asociado.
  2. Quizás te preguntarás si existe alguna forma de reciclar o reutilizar artículos para que no terminen en un vertedero, como sucede en la mayoría de los casos.
  3. Así surge el concepto de economía circular, una forma sustentable de ver la vida útil de productos y artículos ¿En qué consiste? La idea es que estos se mantengan el máximo tiempo posible en el mercado, para así disminuir los desechos.

Mientras que en Europa expertos han dedicado tiempo importante a estudiar este tema, en Chile es un área escasamente explorada. Sin embargo, existen algunas empresas que han sido pioneras en el país. https://www.latercera.com/practico/noticia/usar-menos-plastico/974245/ Remuebla es un proyecto que le da una segunda oportunidad de vida a un producto en una solución sustentable.

¿Dónde puedo llevar mi refrigerador viejo?

¿Dónde tirar una nevera vieja y frigorífico? – Siendo tan grandes y pudiendo contener elementos altamente contaminantes, el lugar donde deben las neveras viejas deben tirarse en los puntos limpios e incluso muchos establecimientos de venta los recogen para hacerse cargo de ellos.

¿Cómo deshacerse de un refrigerador Chile?

Modelo – La empresa Reciclapp se hará cargo del retiro en distintas regiones a través de recicladores autorizados, y del acopio y traslado para su reciclaje en la planta de Regener, la que tiene un proceso único en Chile en uno de los componentes más peligrosos y dañinos para el medio ambiente: los gases refrigerantes.

  1. Se espera recolectar casi 100 toneladas de material, de las cuales se prevé que el 75% sea ferroso, 10% plástico, 8% espumas, 6% vidrio y 1% gases refrigerantes.
  2. Los residuos recibirán una manejo ambiental adecuado Las marcas de refrigeradores que aceptaron la invitación a ser parte de la iniciativa son: Samsung, Mabe, Midea, Hisense y Mademsa con un total de 10 modelos de alta eficiencia energética.

Los interesados deben inscribirse en www.refriclaje.cl para acceder al descuento, el que es posible por el aporte de “Acelerando la transición energética hacia un mercado de refrigeradores y congeladores eficientes en Chile”, Sodimac y las marcas. La compra se realiza exclusivamente a través del canal de comercio electrónico Sodimac.cl.

  1. Algunos requisitos son entregar un refrigerador antiguo para su valorización, y estar en algunas de las siete regiones y comunas que son parte de la campaña, esto debido a las limitaciones en las capacidades de retiro y reciclaje autorizados en el país.
  2. Sodimac cuenta con más de 5.300 productos y servicios diferentes con atributos sustentables; trabaja con proveedores para reducir envases y embalajes y hacerlos reciclables; tiene 53 tiendas con paneles fotovoltaicos, completando todas las factibles técnicamente; y se abastece en un 90% de energías renovables.

Su Red Nacional de Puntos Limpios es la red privada más grande del país y busca seguir bajando los residuos que genera, además de aumentar su reciclaje. Avanza también en electromovilidad y neutraliza la huella de CO2 de sus despachos a domicilio, entre otras iniciativas.

¿Qué se hace con los electrodomésticos viejos?

  1. Servicios e información
  2. Consumo
  3. Reciclaje, donde tirar cada producto

Donde Botar Un Refrigerador En Santiago La mayoría de los ciudadanos se preguntan, en numerosas ocasiones, dónde se reciclan algunos de sus desechos como las pilas, los muebles, el cartón o cuál es el objetivo de tener varias bolsas de basura en casa. En el siguiente reportaje intentaremos dar respuesta a alguna de estas preguntas tan frecuentes a la hora de reciclar un producto.

  • En nuestra vida diaria, los consumidores utilizamos diferentes tipos de envases que nos ayudan a proteger y conservar los productos en perfecto estado durante más tiempo, además de hacerlos más resistentes a los cambios ambientales.
  • El número de estos envases va en aumento cada día y es por ello importante hacer un esfuerzo, ser responsables y garantizar que estos envases se reciclan, ayudando así a proteger el medio ambiente.

El dato positivo es que cada año las personas consumidoras son más conscientes de la importancia del reciclado de productos. Según datos de Ecoembes, en el año 2020, cada ciudadano tiró 18,6 kilos de residuos de envases domésticos en el contenedor amarillo, un 8,5% más que el año anterior.

  • Desde 2015, el dato no para de crecer, y en 2020 se reciclaron 1,5 millones de toneladas de envases domésticos, lo que supone el 80,7% de los envases puestos en el mercado.
  • Sin embargo, aún queda trabajo por hacer.
  • La mayoría de los ciudadanos se preguntan, en numerosas ocasiones, dónde se reciclan algunos de sus desechos como las pilas, los muebles, el cartón o cual es el objetivo de tener varias bolsas de basura en casa.

En el siguiente reportaje, intentaremos dar respuesta a alguna de estas preguntas tan frecuentes a la hora de reciclar un producto. Contenedores: qué indica cada color En primer lugar, es importante saber que para reciclar hay que separar los envases y residuos, cuanto más mejor, con el fin de que todo se aproveche y se pueda reutilizar cada material en algo concreto.

  • Contenedor gris, Es el que sirve para depositar los residuos orgánicos, como restos de comida, así como otro tipo de residuos como pañales, papel sucio, bastoncillos
  • Contenedor amarillo. Es el encargado del reciclaje de los plásticos, tetra brik y el metal, Recuerde que los tetra brik se fabrican a partir de finas capas de celulosa, aluminio y plásticos, que son muy difíciles de reciclar.
  • Contenedor azul, Es el que recoge el papel y el cartón que no estén sucios. A los sobres hay que quitarle las ventanillas de plástico y a los cuadernos las espirales.
  • Contenedor verde, Es el encargado del vidrio, siempre sin tapas de metal o de corcho y siempre que el vidrio sea utilizado para envasar alimentos, no así cristales de ventanas, vidrios planos o vasos rotos, que por su alto contenido en plomo deben ir al punto limpio para ser tratados en otra cadena de reciclaje.
  • Contenedor marrón. En algunos municipios de la Comunidad de Madrid está implementado el contenedor marrón, en el que se despositan restos orgánicos de comida de origen animal (carne, pescado, espinas, queso o cáscaras de huevo) o vegetal (verduras, frutas, semillas, cáscaras), restos de pan, posos de café, bolsas de infusiones, cerillas o tapones de corcho.

Donde Botar Un Refrigerador En Santiago Punto limpio y otros contenedores Existen otros residuos que por sus características se deben reciclar en los puntos limpios, que son espacios provistos de contenedores donde hay que trasladar los residuos domésticos que no deban mezclarse con el resto. Son, entre otros:

  • Los artículos de limpieza, medicamentos, aceites usados, desinfectantes y otros productos con materiales tóxicos no deben tirarse por el fregadero ni al cubo de la basura. Además del punto limpio, los medicamentos pueden reciclarse en las farmacias.
  • Los aparatos eléctricos y electrónicos deben depositarse en los puntos limpios (fijos o móviles), en gestores autorizados y en los establecimientos de venta de estos aparatos.
    • Sepa que las tiendas de electrodomésticos están en la obligación de recoger su aparato usado cuando compra uno nuevo. Ellas serán entonces las encargadas de introducirlo en el circuito de reciclaje.
  • Restos de poda : Con los restos de tierra, plantas, flores se produce compost para abonar la tierra.
  • Radiografías, De ellas se puede recuperar la plata.
  • Metales, Somieres grandes, tornillos, grifos, pomos de puertas Si contienen latón, plomo, cobre o estaño se pueden reciclar.

En la Comunidad de Madrid existen puntos limpios fijos y móviles. Puede consultar en esta página el listado de puntos limpios disponibles en la Comunidad de Madrid o llamar al teléfono 91 438 29 36. Además: Si va a realizar una obra en su vivienda sepa que debe solicitar al Ayuntamiento la instalación de un contenedor para depositar en él los escombros que se ocasionen.

  1. Sepa que, dependiendo del tamaño del contenedor, el número, los días que nos necesite y la calle, así se calculará el importe que debe abonar.
  2. E s tos contenedores no deben estar llenos de escombros durante más tiempo del establecido en las ordenanzas municipales.
  3. En caso contrario, cualquier ciudadano puede solicitar su retirada.

En el caso de la ciudad de Madrid, el límite de tiempo que se puede tener un contenedor lleno de escombros en la calle es de 24 horas. En el resto de municipios, puede consultarlo con su Ayuntamiento. Las pilas, acumuladores y baterías deben depositarse en contenedores especiales.

Además de los puntos limpios, existen contenedores de pilas, que suelen estar ubicados en las paradas de autobús y en otro tipo de mobiliario urbano.

Para la recogida de enseres y muebles puede solicitar su recogida puntual en caso que tenga ese servicio en su Ayuntamiento. Está prohibido depositar estos productos en la calle, en los contenedores y sus alrededores. En el caso de la ropa y calzado usado, algunos ayuntamientos disponen de puntos limpios fijos y móviles para depositar la ropa, contenedores permanentes en las dependencias municipales y mercadillos municipales.

Sepa que, si quiere que la recogida del textil sea en su domicilio, puede solicitarla en algunos casos como el del Ayuntamiento de Madrid. El destino de esa ropa y calzado depositado es la reutilización y el reciclado. Para el caso de los vehículos y su tratamiento de residuos, los fabricantes están obligados a informar a los consumidores sobre un correcto tratamiento ambiental al final de su vida útil.

Punto verde: símbolo de buenas prácticas El símbolo redondo y verde que algunos envases tienen en sus etiquetas nos indica que ese envase es reciclable y por tanto se puede tirar en alguno de los diferentes contenedores para darle una segunda vida. Este punto verde aparece en todos los envases gestionados por el Sistema integrado de Gestión de Residuos e indica que las empresas cuyos envases presentan este logotipo cumplen con la normativa establecida en cuanto a reciclado de envases y residuos de envases,

¿Cómo se recicla una nevera?

El proceso es el siguiente: La tienda a la que compras el frigorífico suele retirar el que tienes instalado. El electrodoméstico llega a la planta de reciclaje. Independientemente de si usa hidrocarburos o gases, se vacía de estas sustancias de manera controlada colocándolas en recipientes herméticos.

¿Cuánto pagan por un refrigerador en el fierro viejo?

¿Cuánto pagan por el fierro viejo? – El precio del fierro viejo depende de cada recolector, pero por lo general dan entre 10 y 50 pesos -en promedio- por los electrodomésticos o fierro viejo que les dan; en ocasiones, las personas regalan electrodomésticos o material inservible a estos recolectores, quienes a su vez lo revenden.

La pandemia por COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en el precio de los combustibles, alimentos y hasta de la producción de materias primas como los metales, por ejemplo, la demanda de cobre reciclado ha hecho que este material tenga un precio de entre 145 y 160 pesos por kilo. Las latas de refresco -elaboradas de aluminio- tiene un costo de 20 pesos por kilo y el fierro viejo llega a los seis pesos por kilogramo, de ahí que los recolectores no ofrezcan un alto precio por los objetos que les dan las personas y así obtengan ganancia.

El papel y otros materiales no exceden los 10 pesos por kilo.

¿Cómo se debe transportar una nevera usada?

Cómo se traslada la nevera el día de la mudanza – Una vez está limpia y seca, la nevera está lista para moverse. ¿Has escuchado alguna vez que está prohibido volcar o acostar el frigorífico? Es cierto. Debe trasladarse en posición vertical, ¿Por qué? En el interior del frigorífico hay gas y aceite que actúan en conjunto para enfriar la nevera, pero modificar la posición propicia su expansión por todo el aparato.

Después puede dejar de funcionar correctamente. Incluso tras un traslado vertical hay que esperar unas 3 horas aproximadamente antes de volver a enchufar el aparato. También conviene sujetar bien el electrodoméstico durante la mudanza para que no se mueva en exceso en el transporte, además de estar debidamente embalado.

En Mudanzas Rojals, como empresa especialista en mudanzas en Barcelona, cuidamos de la mejor manera tu nevera y el resto de pertenencias en cada traslado. Contáctanos,

¿Cuánto tiempo tengo que dejar desconectar un refrigerador para mudanza?

Una vez que el aparato este en su domicilio, usted debe: Dejar reposar el aparato durante 3 horas. Luego deberá conectar el aparato a la toma de corriente: A continuación, espere unas 20 o 24 horas, antes de colocar cualquier alimento en el interior del Refrigerador.

¿Dónde llevar basura electrónica en Santiago?

Más del 60 por ciento de la basura electrónica se encuentra dentro del hogar. Aquí aparecen los teclados en desuso, cables pelados, cargadores obsoletos, juegos de video añejos y computadores en mal estado. Para Jorge Pavez, experto en nuevas tecnologías de la Universidad Mayor, el problema de la chatarra tecnológica es grave en nuestro país.

«Hay harta basura pero hay poco manejo de ella para reutilizarla. Faltan más empresas que se dediquen al reciclaje y que existan leyes adecuadas», explica a La Hora. Según un estudio reciente hecho por la Universidad de Naciones Unidas (UNU), Chile es el país que más basura electrónica genera por habitante en Latinoamérica, llegando a los 9,9 kilos por persona al año.

See also:  A Que Altura Esta Santiago Sobre El Nivel Del Mar?

«Este tipo de desechos son diferentes a otros. Poseen muchos componentes altamente contaminantes y tienen alta durabilidad porque la mayoría de estos productos están hechos de cobre o plomo», aclara Pavez. Para evitar la acumulación de chatarra y para lograr que tengan buen destino, recomienda habilitar un basurero especial para este propósito en la casa, que no esté expuesto a humedad.

«Cuando se junte una buena cantidad, se puede ir a dejar a fundaciones o empresas que reciclan y las cosas más pequeñas como pilas, se pueden llevar a los puntos limpios de Metro o Sodimac, que son los más conocidos», indica. Chilenter es una de las organizaciones que se dedica al reciclaje de basura electrónica.

Aquí se reciben equipos como computadores, impresoras y teléfonos que llevan personas naturales, instituciones públicas o empresas. «El 82 por ciento de estos desechos tiene un futuro desconocido. Lo que hacemos nosotros es reacondicionar lo que se pueda para donarlos a otras entidades, y el resto se exporta.

Nosotros no enterramos nada», afirma Irina Reyes, directora ejecutiva de Chilenter. Agrega también que desde el 2009 hasta ahora han reutilizado 1200 toneladas de material. «Al final recuperarnos la totalidad de los equipos, lo que sobra son los plásticos y otros elementos que se entregan a otras empresas», cuenta.

Por otra parte está HopeChile una empresa de servicio de retiro de reciclables a domicilio que atiende en comunas como Nuñoa, Providencia, Vitacura, Las Condes, Huechuraba y La Florida. «Reciclamos cuatro toneladas mensuales. Clasificamos el material y luego lo enviamos a las empresas recuperadoras», señala su dueño Hernán Inssen.

Por último está la empresa Recycla Chile, que está dirigida a las empresas e instituciones. «Hacemos toda la logística de ir a buscar los residuos tecnológicos y los llevamos a nuestra planta en Pudahuel donde se separan las piezas. Después todo se envía a fundiciones específicas de cada elemento», indica Mauricio Núñez, gerente de medio ambiente.

PARA REClCLAR Chilenter recibe basura electrónica en Compañía 4365 Quinta Normal. HopeChile se puede ubicar en el Facebook: Hopechile Retiro de Reciclaje a Domicilio. En http://cl.dondereciclo.org aparece un mapa de Santiago con lugares para reciclar. Empresas como Homecenter Sodimac y Metro cuentan con puntos de reciclaje.

¿Dónde tiran los locatarios los artículos electrónicos que ya no sirven?

¿Dónde tiro mi móvil antiguo? – La mejor forma de deshacerse de los aparatos electrónicos es acudir al Punto Limpio de tu ciudad, Los Puntos Limpios son espacios que ofrece el estado para la recogida de una gran variedad de residuos. Los ciudadanos suelen utilizarlos para llevar sus electrodomésticos; pero, desconocen que también pueden dejar allí otros dispositivos como móviles, ordenadores, CD’s o cartuchos de tinta. Donde Botar Un Refrigerador En Santiago teléfono

¿Cómo me deshago de mi lavadora?

Cuando algo nos deja de funcionar, lo primero que pensamos es en tirarlo a la basura, pero ¡ojo! ¿A qué contenedor debería ir? Conocer el lugar adecuado sobre dónde tirar electrodomésticos es vital para cuidar el medio ambiente y no mezclarlos con el resto de residuos.

¿Qué se puede hacer con una heladera que no funciona?

¿Qué más se puede hacer para reciclar electrodomésticos? – Lo cierto es que pocas personas saben realmente qué hacer con un electrodoméstico estropeado o viejo. Muchas veces, llevarlo al equipo técnico no es una buena opción porque, en cierto modo, es mejor inversión comprarse un aparato nuevo que arreglar el viejo.

En este caso, existen algunas opciones para entregar las neveras, televisores, radios y lavadoras antiguos, rotos o estropeados, ya que no se trata de un residuo cualquiera que se pueda tirar al contenedor más cercano. Una opción es dejarlos en los establecimientos donde venden electrodomésticos, puesto que allí también se hacen cargo de los aparatos rotos y antiguos que ya no tienen ninguna utilidad.

También, se pueden donar a quien lo necesite o venderlo de segunda mano. Cuando un electrodoméstico es totalmente inservible y se puede ni reciclar ni arreglar, hay que buscar el lugar, recinto o espacio dispuesto en cada ciudad para estos materiales grandes y pesados.

¿Quién recoge lavadoras viejas?

Si eres CONSUMIDOR RESIDENCIAL –

Comunícate a la línea Red Verde 317 405 0510 o diligencia el formulario aquí y haz la solicitud para la recolección de tu nevera, lavadora, horno microondas y/o aire acondicionado. Tomaremos tus datos para programar la fecha y hora aproximada de la recolección. Nuestros especialistas tocarán a tu puerta para recoger tus electrodomésticos, para lo cual deberás proporcionarles los datos que te solicitarán con el fin de diligenciar el formulario de recepción. No olvides pedir una copia para tener la evidencia de tu entrega.

¿Cuánto cuesta el kilo de fierro viejo 2022?

El gran momento que atraviesa el precio del cobre en los mercados de las materias primas alcanza repercusiones en subproductos clasificados como basura. La chatarra y otros metales se han revalorado y se convirtieron en fuente de ingreso en los tiempos de recuperación después del impacto del COVID-19.

El cobre ha rebasado los 10 mil dólares por tonelada y se espera que se mantenga al alza. En consecuencia, un kilo de cobre considerado como “fierro viejo” alcanza precios que van de 145 a 160 pesos, con lo que cable viejo o tubería, entre otros derivados, son bien cotizados en chatarrerías o camionetas que recorren las colonias de las principales colonias del país en busca de metales de desecho.

Así, el aluminio o la misma chatarra se han beneficiado de este buen momento del cobre. Las latas de refresco o cerveza se compran en 20 pesos el kilo en promedio y la chatarra en seis pesos el kilo, con lo que toda la pedacería que se consideraría como basura, se ve con buenos ojos entre los negocios de reciclaje.

    ¿Cuánto te pagan en la chatarra por una nevera?

    Cuánto vale una lavadora rota para Drissa Traore – Ballena Blanca – Revista de medio ambiente y economía Drissa nunca le preguntó su nombre, pero solo con verlo supo que era un veinteañero como él: se sentaba a un lado de la patera, tiritando bajo su manta por las noches, susurrando en lengua bambara que quería volver a casa, que no quería morirse allí.

    1. Llevaban nueve días en alta mar.
    2. La misma inmensidad del Atlántico, el mismo casco mugroso, el piso de madera filtrando agua por las grietas, un bote demasiado chico para 67 pasajeros africanos que habían partido de Mauritania hacia Tenerife, una isla española a cientos de kilómetros del subempleo y las guerras civiles que desangraban sus países.

    Drissa Traore, de Costa de Marfil, viajaba por ambas razones. Cuando amigos suyos, que años atrás habían migrado a España, regresaban al barrio de visita, juraban que Europa era «la solución a sus problemas». Drissa, el segundo de cuatro hermanos, sorprendido por la ropa nueva que vestían, el dinero que llevaban a sus familias, decidió arriesgarse.

    Pasó meses intentando convencer a su madre para que lo dejara partir. Dejó sus clases de inglés y mecánica automotriz en Abiyán, la capital del país, para trabajar en el restaurante de un conocido que prometió reservarle un asiento en el bote, uno tan viejo, cuenta Drissa, que había que sacar con baldes el agua empozada para que no se hundiera.

    Un bocado de harina tostada de yuca y un sorbo de agua fue su alimento diario durante dos semanas de navegación. Con el pasar lento de los días, hubo quienes comenzaron a llorar y rezar para ver por fin tierra. Otros sufrían de dolores de estómago, vomitaban.

    Solo el muchacho sentado junto a Drissa, consumido por la fiebre y la deshidratación, no pudo resistir el viaje: amaneció muerto al noveno día y su cuerpo fue arrojado por la borda. Si un barco de la Cruz Roja no los hubiera rescatado días después, cuenta Drissa, todos habrían perecido. Tal vez por eso, cuando semanas más tarde pasaba sus primeras noches en una nave okupa de Barcelona, Drissa tendría una pesadilla recurrente donde era él y no aquel joven a quien arrojaban al mar.

    Sin dinero ni papeles, recogiendo chatarra de las calles, en un país ajeno y golpeado por la crisis económica, Drissa llegó a pensar que cambiar África por Europa había sido una gran equivocación. A veces, todavía lo piensa. En el mes del Ramadán, 1.600 millones de musulmanes en todo el mundo no comen ni beben ni tienen sexo desde el alba hasta la puesta del sol con el fin de purificarse, aprender paciencia y humildad, y recordar cuan afortunados son en la vida.

    • Pero Drissa Traore, de 30 años, chatarrero experimentado, hombre de fe, dice que si Dios lo salvó de morir aquella vez en el océano, sabrá perdonarlo ahora que romperá el ayuno con un tupperware de arroz con carne y salsa de tomate que ha traído a la faena.
    • Drissa lleva un año trabajando aquí, en este almacén industrial del distrito de Sant Martí, la sede de Alencop: la primera cooperativa financiada por el Ayuntamiento de Barcelona dedicada a la recogida de chatarra y artefactos que la gente desecha.

    Aquí, cualquier día, como hoy que es martes y el calor de mayo parece odiarnos, pueden verse apilados cientos de cosas y aparatos, como en un enorme garaje de un acumulador compulsivo: torres de ordenadores e impresoras y televisores anticuados y cocinas a gas y equipos de sonido y barriles con cables y enchufes y móviles usados de marcas varias y sillas de cocina y microondas y aparatos de aire acondicionado y bicicletas oxidadas y lámparas rotas y frigoríficos forrados en plástico y montones de fierros y trozos de aluminio que alguna vez pertenecieron a alguna fábrica.

    1. Todo esto, que para otros es basura, aquí vale cientos de euros cuando se acopian las toneladas suficientes y se venden a las chatarrerías y empresas de reciclaje.
    2. Aquí 26 africanos subsaharianos –de Senegal, Camerún, Nigeria, Togo, Mali, Costa de Mar l, Ghana y Guinea Bissau– se ganan formalmente la vida, con todo lo que eso supone: papeles en regla, salario mínimo (645,30 euros al mes), seguro médico y un piso decente para vivir; mucho mejores, dicen ellos, que las naves okupas del barrio de Poblenou, donde cientos de per- sonas –indocumentadas, la mayoría– vivían a salto de mata.

    Drissa Traore fue, durante un tiempo, uno de ellos. Desde que llegó a Barcelona en 2008, cuando la crisis comenzaba a vaciar los bolsillos del país, Drissa se levantaba a las cinco de la mañana, cogía su carrito de supermercado y caminaba calles y avenidas en busca de chatarra y artefactos que los vecinos dejaban junto a los contenedores.

    • Una vez lleno el carrito, llevaba todo a un almacén sin licencia en la nave okupa de la calle Puigcerdá, un polígono industrial abandonado donde unas 300 personas –africanos, la mayoría– vivían y tenían bodeguitas, restaurantes, bares y hasta discotecas clandestinas.
    • Allí aprendió a reconocer el valor de los metales: cuánto cuestan, dónde hay que buscarlos.

    —Trabajar con chatarra no significa ser sucio o loco –dice Drissa, el rostro de ébano, el castellano pausado, flaco como un cable–. Puedes ganar dinero si te esfuerzas. Un kilo de cobre vale seis euros. El aluminio, dos. Un mes gané hasta 1.000 euros, más de lo que gano aquí.

    1. Lo malo, dice, es que al mes siguiente se podía acabar la suerte y apenas sacaba para el bocadillo del día.
    2. Los golpes de la crisis eran cada vez más terribles: desahucios, fábricas clausuradas, despidos masivos, millones de españoles que ya no consumían tanto como antes, que ya no desechaban tanta chatarra y artefactos viejos como en el pasado.

    Drissa había llegado a España en el momento equivocado. Aún así, intentaba seguir con su vida, mejorar su castellano, llevar clases gratuitas de electricidad, seguir en la chatarra mientras encontraba algo mejor. Hasta que un día de 2013 los Mossos d’Escuadra desalojaron a todos los okupas de la nave de Puigcerdá.

    La asistencia social reubicó a decenas de africanos en pisos compartidos durante unos meses. A algunos, como Drissa, les ofrecieron unirse a Alencop y pasaron una entrevista para unirse como socios. Otros fueron a Italia y Alemania a trabajar de manteros, o regresaban a África con sus familias. De los que volvían, pocos, dice Drissa, se atrevían a contar la historia completa de lo que les había ocurrido.

    —La imagen de Europa que llega a África es de cosas bonitas, pero nunca la imagen de una casa okupa sin luz, sin agua. Los que regresan a su país a veces tienen vergüenza de contar la realidad de Occidente. La gente ha sufrido mucho para estar aquí Drissa calla unos segundos, deja a un lado su tupperware de arroz con carne.

    Un camión blanco se acaba de estacionar a la entrada del almacén. Los so- cios de la cooperativa, uniformados con sus camisetas verdes, llenan el vehículo con montones de erros que venderán a una chatarrería cercana. —Pero ahora estamos un poco mejor, ¿sabes? –me dirá, antes de unirse a sus compañeros–.

    Aquí conseguimos los papeles, y ahora que es el Ramadán, puedo mandar algo a la familia. Pero no les cuento todo lo que me pasa. El sufrimiento no deben leerlo en tu cara o tu voz, si no, ellos no serán muy feliz al verte. —¿Y por qué no vuelves? —Es una vergüenza volver a tu país como derrotado.

    • Cuando tu sales de África, ¿la gente que está imagi- nando? Que tú vas a resolver los problemas que tienen.
    • Si vuelves, la gente te va a decir: ¿Tú eres tonto? ¿Por qué regresas? No es la solución.
    • ¿Cómo vas a volver a mirar a tu familia así, sin nada? La pantalla del móvil de Kofi Awuam está algo opaca, rayada por el uso –es un móvil de segunda mano, dice–, pero aún deja ver las fotos de Nanayou, su único hijo.

    El niño tiene nueve años pero nunca ha visto a su papá en persona. Cuando Ko dejó Ghana, Nanayou estaba todavía en la panza de su madre. Pero ahora que ya está grande, pueden verse y hablar por Facebook. —A veces me pregunta: ¿Papá, cómo está? Y yo digo: Bien, hijo, solo mucho frío –ríe Kofi, 33 años, cristiano copto, nieto de un rey tribal en su país–.

    Nanayou quiere venir a Barcelona, jugar fútbol, conocer a Messi, pero yo no quiero. Acá muy dura la vida para el africano. LA PANTALLA DE MÓVIL DE KOFI AWUAN ESTÁ ALGO OPACA, RAYADA POR EL USO, PERO AÚN DEJA VER LAS FOTOS DE NANAYOU, SU ÚNICO HIJO. EL NIÑO TIENE NUEVE AÑOS PERO NUNCA HA VISTO A SU PAPÁ EN PERSONA Kofi era obrero en una fábrica de ladrillos en un pueblo de Libia, junto al Sahara.

    Un día de 2011, en plena guerra civil contra el dictador Gadafi, Kofi salió a comprar a la tienda y una explosión lo arrojó varios metros por el aire: una bomba había caído sobre la fábrica, destruyéndolo todo. Algunos compañeros suyos murieron.

    O, que desde pequeño fue robusto y fuerte, sufrió solo algunas heridas. Le mortificaba más haberse quedado sin trabajo. Su mujer pronto iba a dar a luz. Así que, por recomendación de unos amigos, viajó hasta Marruecos y pagó 1.000 euros para subirse a una patera y cruzar el Mediterráneo. Una vez en España, prometió a su mujer que mandaría dinero todos los meses.

    Seis años han pasado ya de eso y Kofi dice que, aunque no ha cumplido su promesa al cien por ciento, desde que está en Alencop se siente un poco más tranquilo. Ya no tiene que buscar la chatarra en las calles con su carrito de supermercado, como hacía cuando recién llegó a Barcelona.

    Ahora solo acude cuando al- guien llama a la oficina pidiendo que vayan a recoger tal o cual artefacto viejo. Ahora mismo, por ejemplo, Kofi y su amigo Oppong, también de Ghana, han llegado en sus bicicletas verdes –Kofi en un triciclo eléctrico con cajón trasero; Oppong en una bici de montaña– hasta un edificio del barrio de Sant Andreu, junto al río Besós.

    Vienen al piso de Ana, una señora catalana que quiere deshacerse de su vieja lavadora. —A veces se detiene un poco el motor, pero todavía sirve, eh –dice Ana, mientras los chicos de Alencop car- gan la lavadora hacia el ascensor–. Tiene algunos golpes y el plástico amarillento por el uso.

    Mi marido acaba de comprar una nueva. Nos salía más barato que mandarla a arreglar. Ana cuenta que antes de conocer a Alencop conducía varias calles para dejar sus artefactos viejos en el punto limpio o deixilleria señalado por el Ayuntamiento, o los dejaba al lado del contenedor, pues sabía que algún chatarrero ambulante se la llevaría en su carrito de supermercado.

    La decisión de Ana se volvía así en una metáfora del sistema: que unos desechen tan fácilmente bienes que otros necesitan tanto, para adquirir otros bienes nuevos y mejores. Durante siglos las mercancías se dividían en perecederas y perennes: la comida y la bebida se acababan, una camisa terminaba por gastarse, pero nadie compraba una cama o un auto o una sartén pensando que pronto los cambiaría por otros.

    Sin embargo, desde mitad del siglo XX, el capitalismo hizo que los fabricantes acortaran deliberadamente la vida útil de las cosas para que la gente siga y siga comprando y la rueda de la economía siga y siga girando. A esto se le llama obsolescencia programada. Ejemplos de esto hay varios. Baterías que se ‘mueren’ a los 18 meses de estrenarse.

    Impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones. Bombillas que se funden luego de 1.000 horas de luz. El diseñador industrial Brooke Stevens lo dijo más claro: «Un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios».

    • Sin la obsolescencia programada no existirían los centros comerciales ni los productos ni la industria.
    • Todo debe ser comprado y vendido infinidad de veces.
    • En 2014 se vendieron en el mundo más de 50 millones de televisores planos, 300 millones de orde- nadores y 2.000 millones de teléfonos móviles.

    Una producción que acerca el ‘desarrollo’ a cada vez más personas alrededor del planeta. El problema es que tal consumo exacerbado genera también montones de basura de plástico y metal –entre 20 y 50 millones de toneladas al año, según la ONU– que terminan acumulándose, sobre todo, en ciudades pobres de África.

    Acra, la capital de Ghana, el país de Kofi Awuam, se ha convertido en el vertedero de desechos electrónicos más grande de ese continente. Kofi dice que no ha trabajado ahí, pero lo ha visto de lejos: un cementerio electrónico –del tamaño de 11 campos de fútbol– donde se queman cables y se amontonan monitores, ordenadores, teclados, impresoras, televisores y restos de un sinfín de artilugios irreconocibles.

    Chatarra proveniente de países desarrollados, clasificada y descuartizada para extraer metales valiosos como cobre, aluminio, hierro y oro (de 50.000 móviles se obtienen un kilo de oro y diez kilos de plata valorados en 40.000 euros). Solo en Ghana esta industria da empleo indirectamente a 30.000 personas y genera cada año entre 105 y 268 millones de dólares.

    Tanta riqueza, sin embargo, no sirve para evitar que esos trabajadores inhalen todo el día humos cargados de sustancias tóxicas como el mercurio o el cadmio, que se acumulan en el cuerpo y producen dolores de cabeza, tos, erupciones, quemaduras, enfermedades respiratorias, problemas reproductivos y varios tipos de cáncer.

    Desde 1989, por el Convenio de Basilea, la exportación de estos desechos peligrosos está prohibida. Sin embargo, los países del primer mundo recurren a las donaciones y a la excusa de la reducción de la brecha digital para deshacerse de sus viejos ordenadores y artefactos.

    1. «A los países europeos, a Estados Unidos o a Japón no les importa enviar sus residuos fuera con tal de que estén lejos», ha dicho la alemana Cosima Dannoritzer, directora de Comprar, tirar, comprar y La tragedia electrónica, documentales que abordan los efectos de la obsolescencia programada.
    2. De este modo, basura de Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda y España, llena cada mes unos 600 contenedores que llegan a Ghana.

    Son productos que en algunos casos pertenecieron a ayuntamientos, instituciones y empresas y que son importados por tiendas de electrónica e intermediarios locales. Para que esto no suceda y los residuos sean correctamente reciclados, la ley europea establece que en cualquier artefacto que uno compre –una licuadora, una nevera– su precio incluirá una tasa de reciclaje (entre 5 y 30 euros) para que los fabricantes se hagan cargo de él cuando termine su vida útil.

    El problema es que al menos dos tercios de esos residuos nunca llegan a una planta de reciclaje especializada. España encabeza la lista de países europeos con mayor fraude en reciclaje de basura electrónica: el 75% de los residuos de aparatos que se generan no se gestiona de forma adecuada, ha informado la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).

    Y en Cataluña, hasta marzo de 2015, se recicló solo un 19% de los equipos eléctricos y electrónicos puestos en el mercado, según la Agencia de Residuos de Cataluña. Muchos equipos acaban en chatarrerías ilegales, debido a los robos de aparatos almacenados en los puntos limpios. Donde Botar Un Refrigerador En Santiago En un país con un 20% de paro y con pocas ayudas sociales, hay quienes roban residuos para sobrevivir. La cooperativa Alencop fue creada, precisamente, no solo para combatir dichas ma as creadas alrededor de la chatarra y los desechos electrónicos. Kofi Awuam y sus compañeros apuntan a expandir su modelo por toda la ciudad y convertir la recogida de chatarra en un empleo formal y digno.

    1. Por eso ahora llevan talleres para aprender a reparar electrodomésticos y pronto tendrán una tienda para vender productos de segunda mano (ahora mismo venden los productos en mejor estado a través de Wallapop) y así no depender de la financiación del Ayuntamiento.
    2. Todavía les cuesta, sin embargo, trabajan unidos.

    —Todos son africanos, pero de nacionalidades diferentes, cada una con su cultura, con su educación, con su pensamiento –me había dicho Rakhou Diop, educador senegalés, miembro del equipo técnico que apoya resolviendo conflictos entre los socios de Alencop–.

    La cooperativa es un colectivo unido por un objetivo. Todos los socios deben trabajar igual para sostenerse. Pero a veces lo entienden mal y cada uno quiere ser su propio jefe. Piensan que están en una empresa, con un jefe que te dice qué hacer y no tienes que pensar en qué debes hacer para mejorar.

    Es una cuestión de mentalidad. Mientras regresamos al almacén de Alencop montados en las bicis, Kofi Awuam dice que detesta esas peleas y discusiones entre ellos. Las ve los viernes, sobre todo, cuando los 26 socios tienen permiso de comprar algunos productos de segunda mano –desde un móvil hasta un frigorífico– a precios bajísimos.

    • A veces olvidamos que no estamos en África, que todos hemos arriesgado la vida en la patera para venir y mejorar nuestra vida –me dice Kofi, quien hasta hoy no ha comprado nada para evitar pelearse.
    • Hace unos días recogió un televisor plano, algo anticuado pero en buen estado.
    • Pagará 30 euros por él.

    En unos días será la final de la Champions League y quiere verla en casa. En un aula de la biblioteca municipal de Besós, a unas calles del almacén de Alencop, Djibryl Camara da clases gratuitas de castellano junto a unas abuelitas catalanas que hablan ruidosamente.

    Son las diez de la mañana. La lección acaba de terminar. Las abuelitas salen todas juntas, se despiden y Djibryl –41 años, la barba rala, camisa celeste y un gorrito marrón que lleva casi todo el tiempo–, les sonríe y les dice adeu, la única palabra que usa del catalán. Dice que desde hace unos meses viene a recibir clases antes de ir a trabajar a Alencop.

    Dominar el castellano, dice, puede ayudarle a encontrar un mejor trabajo. HACE UNOS DÍAS KOFI RECOGIÓ UN TELEVISOR PLANO, ALGO ANTICUADO PERO EN BUEN ESTADO. PAGARÁ 30 EUROS POR ÉL. EN UNOS DÍAS SERÁ LA FINAL DE LA CHAMPIONS LEAGUE Y QUIERE VERLA EN CASA Djibryl Camara nació en Mali, un país de casi el doble del tamaño de España y que pese a que algunos de sus recursos naturales son el oro, el uranio y la sal, es considerada como una de las naciones más pobres del mundo: alrededor de la mitad de su población vive con 1,25 dólares al día.

    1. En África, Djibryl era un empresario de la chatarra: se dedicaba a juntar aluminio, cobre, tubos de acero y ruedas de coche que la gente tiraba en las afueras de la capital de Argelia y que luego vendía en Mali.
    2. Cargaba camiones de hasta 20 toneladas y llegaba a ganar 1.500 euros al mes.
    3. Pero un día, mientras llevaba el cargamento por el Sahara, una tropa de AlQaeda, que dominaba las fronteras de ese país, le robó toda la mercancía y lo amenazó de muerte.

    Huyó. Nunca más volvió a Argelia. —El problema es que los políticos no nos protegen, solo roban –dice mientras caminamos junto a nuestras bicicletas. De cuando en cuando, otros chicos africanos aparecen con sus carritos de supermercado cargados de chatarra.

    1. Djibryl se acerca, los abraza, conversan brevemente.
    2. Muchos de ellos, dice, son sus paisanos.
    3. Llegaron junto con él.
    4. Si los políticos y empresarios trabajaran mejor, no tendríamos que venir a sufrir a otro país, ¿no? Djibryl llegó a España en 2003 como la mayoría de sus compañeros en Alencop: siguiendo el consejo de amigos y familiares, se subió a una patera (previo pago de 1.000 euros) y viajó desde Marruecos hasta la isla de Tenerife.

    Al llegar, estuvo durante 29 días en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE). Y luego, lo enviaron a Barcelona en avión. Llegó sin saber castellano. Solo hablaba francés y mandenka, su idioma natal. Djibryl era uno más de los 110.000 inmigrantes subsaharianos que había en España por esos días.

    1. Para ese momento, la vida de inmigrantes como Djibryl estaba marcada por la precariedad y el acceso al mercado informal de trabajo.
    2. La chatarra era lo más inmediato.
    3. En Barcelona, un camerunés le enseñó a Djibryl las rutas, el valor de cada metal y a quién venderlo.
    4. Pero a los pocos meses encontró trabajo en una fábrica de baldosas.

    Tuvo suerte. Vivía bien, recuerda, pero cuando la crisis se agudizó en 2012, la fabrica quebró y lo echaron. Djibryl regresó a buscar chatarra de nuevo. Pero ya había poco para juntar, y muchos más africanos en la calle buscando lo mismo que él. Viviendo en naves okupas como él –y siendo desalojados luego por los Mossos d’Escuadra como le pasó a él.

    —Tuve la suerte de unirme a Alencop desde el inicio, hace dos años –cuenta Djibyl–. Yo era comerciante en mi país. Muchos de mis paisanos no teníamos mucho, es verdad, había guerra, era muy feo, pero nunca vivimos en miseria como cuando llegamos aquí. Algunos chicos de Alencop, compañeros de Djibryl, lo confirman.

    Tionne Cisse, del área de gestión de negocios, exoficinista del Ayuntamiento de Dakar, fue mantero en Plaza Cataluña y durmió durante años en una casa okupa llena de ratas. Amadou Tidiane, de comunicaciones, hijo de un diputado senegalés y voluntario de Cruz Roja, acabó administrando un almacén clandestino de chatarra en Poblenou.

    Mariem Diakite, de atención al cliente, habla francés, español, inglés y portugués, pero como ninguna escuela quiso contratarla, trabajó de niñera y haciendo trencitas africanas a las turistas de la Barceloneta. Algunos socios de Alencop, gracias al apoyo de sus familias, llegaron en avión con visa de turista.

    La mayoría llegó cruzando el mar (10.751 africanos llegaron así entre enero y julio de 2017, según el Ministerio del Interior). Dicen llevar siete, nueve, 11 años sin ver a sus familias. Djibryl dice que en Cataluña –la comunidad autónoma que tiene más inmigrantes subsaharianos en España– ha conocido a gente muy buena gracias al negocio de la chatarra, pero también a gente que le ha dicho cosas difíciles de tolerar.

    1. Mono, te dicen, vete a tu país.
    2. Cuando pasas muy cerca de ellos, cogen su mochila o la ponen delante porque piensan que vas a robarles.
    3. Te miran como si no fueras persona.
    4. Cuando un europeo va mi país tiene respeto, vive como rey –Djibryl levanta la voz, se enoja unos segundos, pero luego se calma–.

    La miseria de África acabará algún día, amigo, Dios no olvida a nadie. La mayor parte de la historia de África la escribieron los europeos, pero nuestra verdadera historia no se perderá. Hay sabios en mi país que saben la historia, se la enseñan a los niños.

    1. No la tienen escrita en los libros, está en un lugar más seguro.
    2. Dice «Djibryl Camara» y me mira con sus ojos atentos, señalando su cabeza con el índice.
    3. Nuestra historia está aquí.
    4. La última vez que nos vimos, fue a comienzos del mes del Ramadán.
    5. Los musulmanes, además del ayuno y de ir a rezar a la mezquita, deben practicar generosidad, me dijo Djibryl.

    Así que me invitó a tomar té para contarme su historia. Su piso de paredes blancas, lo compartía con un compañero de la cooperativa, dentro de un edificio multifamiliar en el barrio de Sant Andreu: dos habitaciones, cocina, baño y una sala iluminada repleta de cajas con ropa y artefactos de segunda mano –una cocina, una nevera, varias sillas– que Djibryl ha comprado en el almacén de Alencop.

    1. Dice que las venderá en su país: por un televisor pueden pagar unos 40 euros y por una nevera unos 50 euros, un precio muy inferior a lo que cuesta un electrodoméstico nuevo.
    2. El año pasado él mismo fue llevando algunas cosas en sus semanas de vacaciones del trabajo.
    3. Su mujer, además, quedó embarazada.

    Ahora tiene un hijo de cuatro meses llamado Lamil, que por ahora solo conoce por fotos. —Yo tenía un amigo que vino a España, extrañaba a su familia y casi pierde la cabeza –me contó Djibryl–. Tenía una hija, la dejó bebé. Paso diez años sin verla y cuando volvió ya no lo reconocía.

    ¿Cuánto dan por 1 kilo de cobre?

    Durante casi un mes los semáforos en la rotonda de Bazurto no funcionaron porque, según explicó el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), unos delincuentes partieron dos o tres tapas de registros y robaron todos los cables del sistema, lo que obligó a las autoridades a hacer inversiones y reponer el cableado.

    (Lea aquí: Algunos semáforos no funcionan desde hace una semana, ¿qué está pasado?) En febrero, la empresa AGM Desarrollos, concesionario de alumbrado público en Turbaco, denunció que en la variante que comunica con la zona industrial de Mamonal se han hurtado más de 33 kilómetros de cable y 200 cajas de inspección, que representan pérdidas por más de $250 millones.

    La razón es una sola: extraer el cobre que hay en el interior de los cables y venderlo como chatarra. Según algunas chatarrerías consultadas por este medio, actualmente el kilo de cobre se compra en $24.000, el doble de lo que costaba antes de pandemia.

    1. Sin embargo, los dueños de estos lugares aseguraron que no todo el metal que llega es extraído de cables, pues este se encuentra en muchos elementos.
    2. Por otra parte, de acuerdo con la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), entre 2019 y 2020, en términos de hurto de infraestructura en las redes, se ha tenido una variación del 47%, pasando de $62.382 millones a una estimación de $91.432 millones.

    El sector más afectado es el de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, con casi $47 mil millones de pesos en 2020. Además, la población afectada supera el millón y medio de usuarios. De alto riesgo El simple hecho de que una persona manipule las redes eléctricas, sin ninguna medida de seguridad, pone en alto riesgo su vida y la de los transeúntes.

    Aun cuando logran cometer este delito, el cobre que se encuentra en los cables está protegido por una capa de aislamiento, que al ser destruido con calor libera toxinas como partículas de metales pesados, dioxinas y otros químicos que pueden provocar, entre otras cosas, intoxicación por metales pesados y dañar el sistema nervioso.

    También pueden generar infecciones e inflamaciones pulmonares e incluso problemas cardiacos. De igual manera, el cobre también retiene el calor fácilmente, por lo que al manipularlo se expone a un mayor riesgo de quemaduras. (Lea aquí: La correcta disposición de los electrodomésticos deteriorados) Un delito menospreciado Teniendo en cuenta las afectaciones por el robo de cables para la extracción de cobre, desde el 2007 este dejó de ser considerado por la ley como hurto simple y pasó a ser hurto calificado con circunstancias de agravación punitiva, con el fin de que los jueces y fiscales tengan una herramienta fundamental para administrar justicia y minimizar de esta manera el daño causado por los delincuentes.

    “La pena será de cinco a doce años de prisión cuando el hurto se cometiere sobre elementos destinados a comunicaciones telefónicas, telegráficas, informáticas, telemáticas y satelitales, o a la generación, transmisión o distribución de energía eléctrica y gas domiciliario, o a la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado”, establece el artículo 240 de la Ley 599 de 2000, Código Penal.

    En Cartagena no hay registros de personas que hayan sido condenadas por este delito. Sin embargo, en otras zonas del país sí hay casos. Por ejemplo, en Pereira, un hombre fue condenado a pagar nueve meses y once días tras las rejas por hurtar un cable conductor de energía, instalado en una cámara subterránea.

    • En 2019, en el Atlántico, dos hombres fueron condenador por el juez Primero Promiscuo Municipal de Usiacurí a 45 meses de prisión (3 años y 9 meses) por hurtar 198 metros de cable que pesaban alrededor de 45 kilos.
    • Además, en ese mismo año, fue desarticulada la banda los Pelacobre, que se dedicaba al hurto de redes eléctricas en el sur del departamento y habrían causado pérdidas por más de $1.000 millones, afectando con ello el servicio.

    “Los actos vandálicos y el hurto en nuestro sector afectan la calidad de vida de la población e incrementan posibles riesgos a la seguridad de las personas. Hay robo de medidores de energía, acueducto, gas, canecas, contenedores de residuos, cables, armarios, transformadores de potencia, lámparas de alumbrado público, tubos de cobre, entre mucho otros.

    Sin embargo, estas situaciones no han logrado el protagonismo que merecen; solo cuando sentimos el impacto de haber cogido con el carro el hueco por la alcantarilla sin tapa o cuando pasamos días sin luz o sin internet por los daños en la zona, es que recordamos que esto es un problema de todos”, manifestó Camilo Sánchez Ortega, presidente de Andesco.

    Añadió que es indispensable crear grupos élite en la Policía para estos delitos que afectan directamente el bienestar de los colombianos, así como capacitar a los jueces y fiscales e incentivar las denuncias. “La ciudadanía tiene que participar activamente en la denuncia y la Superintendencia de Servicios Públicos facilitar, dentro del marco del debido proceso, que los defraudadores realmente sientan que robar no paga y crear medidas disuasivas con respuestas rápidas, contundentes y suspensión efectiva del servicio en cualquier situación ilegal”, puntualizó.

    Un país con potencial El ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, ha manifestado que una de las líneas de trabajo de este año es aumentar la producción de cobre, ya que es un metal clave en la transición energética, y que el cinturón de cobre —que explotan Chile, Perú y Panamá— también pasa por zonas de Colombia.

    “El país tiene un gran potencial de hacer una transición hacia minerales metálicos, porque la transición energética, que hoy avanza a pasos acelerados, depende también de la diversificación de la canasta minera”, señaló. El objetivo del Gobierno nacional es que Colombia se convierta en el tercer mayor productor de cobre de América Latina, superado solo por Chile y Perú, es decir, tendría que desplazar a México, que en 2020 produjo 690.000 toneladas, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos.

    Para lograrlo, desde ya el país viene alistando 12 zonas para la producción y explotación del cobre, que en total suman 12.816.000 hectáreas, y se encuentran distribuidas en 16 departamentos del país. Registros del Ministerio de Minas y Energía (MME), remitidos del Servicio Geológico Colombiano (SGC), indican que en la zona del Tolima se concentra el mayor espacio para la producción de cobre, con 4.350.000 ha; le siguen en su orden Santafé de Antioquia, con 3.100.000 ha; Mocoa, con 2.352.000 ha; y Vali, con 914.000 ha.

    Por otra parte, de acuerdo con el presidente de la Agencia Nacional de Minería, Juan Miguel Durán, se han identificado varias áreas con alto potencial de cobre, que han sido declaradas como Áreas Estratégicas Mineras. “Ruta del Cobre es el nombre que le hemos dado al proceso de selección objetiva para adjudicar estas áreas.

    Esperamos que la exploración y explotación de cobre aumente significativamente en los próximos años, gracias a este proceso competitivo y a los actuales proyectos de cobre en Colombia”, señaló durante su participación en el webinar “Oportunidades de inversión extranjera directa y del mercado de capitales en Colombia”.

    Así funciona el negocio Lo primero que hay que tener en cuenta es que en el mercado hay dos tipos de cobre: uno mixto y otro “puro”, por eso los chatarreros afirman que gran parte del cobre no proviene de los cables, pues es el de menor valor. “El cobre que viene de sulfatación lo pagan $1.000 o $2.000 más barato porque cuando se exporta, para procesarlo, tiene que pasar por un proceso de limpieza para que retome su color”, contó Milton Pinillo, dueño de una chatarrería.

    1. Una vez hecha la clasificación, el chatarrero le vende a un mayorista que recoge este metal y los otros tipos de chatarra.
    2. Él es como un comisionista y se gana un porcentaje por kilo, que por lo general es del 5%.
    3. Recoge en las chatarrerías y tiene la conexión directa con los exportadores, y esos que le compran a él lo que hacen es embodegar y prensar, porque para mandarlo a países como China y México debe salir prensado para que no haga mucho volumen en los contenedores”.

    Es decir, el cobre, al pasar por toda esa cadena, termina teniendo un valor supremamente alto. “Muchas veces la chatarra sube y nos dicen que está barata, hacen un monopolio para pagarla así, y nos amarran porque nosotros compramos con base en lo que ellos nos pagan, y al final terminan ganando más que nosotros”, afirmó Pinillos.

    ¿Cuánto tiempo se puede acostar un refrigerador?

    ¿Es bueno o malo acostar un refrigerador? ¿Te estás mudando o remodelando tu casa y no sabes si se puede acostar un refrigerador para moverlo ? Ya sea por el espacio y las circunstancias, tales como que no cabe por la puerta, el transporte de traslado es pequeño o tenga que volar porque no entra de la manera tradicional, conoce si es buena opción mover tu refri de manera horizontal.

    1. Retira todas las partes desmontables y llévalas aparte, así evitarás que se rompan.
    2. Cierra las puertas con cinta adhesiva.
    3. Protege tu refrigerador con plástico burbuja para que no sea dañado durante el traslado.

    ¡Listo!, puedes colocarlo dentro del transporte, pero ¿por qué no es recomendable acostar un refrigerador? Esto se debe a que dentro del dispositivo hay líquidos y gases que se desestabilizan por el movimiento o al cambiarlo de lugar, pero se desequilibran más si lo acuestas.

    Ahora que sabes qué es lo que pasa cuando recuestas el electrodoméstico que, aunque es posible acostar un refrigerador para su traslado, no es muy recomendable porque es necesario esperar mínimo 12 horas para conectarlo y encenderlo cuando ya esté en su nuevo sitio para que el aceite del compresor y el gas refrigerante vuelvan a la normalidad.

    Si aún no estás muy seguro de si se puede acostar un refrigerador, necesitas asesoría sobre este u otros temas o notas que empieza a tener fallas tu dispositivo; contacta a los expertos en Refrigeración NER para hacer que tu refrigerador esté siempre en estado óptimo.

    ¿Cómo mover un refrigerador de un lugar a otro?

    Consejos para trasladar tu nevera durante la mudanza –

    Vacía el refrigerador y desenchúfalo

    Lo primero que debes hacer es vaciar el refrigerador por completo y, a continuación, desenchufarlo para que se descongele. El proceso de deshielo suele durar entre 6 y 8 horas, por lo que debes ser previsor y dejar tu aparato desenchufado durante la noche anterior al traslado.

    • Revisa que no haya agua por ningún sitio ya que se pueden producir daños por humedad.
    • Puedes usar el secador de pelo para secar los lugares de difícil acceso.
    • Una vez descongelado, limpia en profundidad el frigorífico con agua tibia y bicarbonato para evitar que los restos de suciedad generen malos olores o incluso puedan deteriorar las gomas y la pintura.

    Asimismo, es conveniente que enrolles y asegures el cable de alimentación del aparato con cinta adhesiva.

    Retira las bandejas y los estantes de la nevera

    Donde Botar Un Refrigerador En Santiago Es importante que al mover tu refrigerador ningún elemento pueda salirse ni quebrarse. Retira todas las bandejas, cajones y partes desmontables de la nevera y envuélvelas en mantas o plástico de burbuja para protegerlas de posibles golpes y ralladuras.

    Puedes etiquetar cada una de las piezas para facilitarte el trabajo cuando tengas que volver a montarlas ya en tu nuevo hogar. Si hay elementos difíciles de sacar, te recomendamos que las refuerces con cinta adhesiva y no te esfuerces en quitarlas. Ata las puertas con un cable elástico o con una cuerda para evitar que puedan abrirse y dar golpes durante el traslado.

    En este punto no es recomendable que utilices cinta adhesiva o cables metálicos, ya que podrían estropear el acabado de la nevera.

    Transporta el frigorífico en posición vertical

    Es recomendable que transportes el frigorífico en posición vertical, especialmente si es una nevera antigua, ya que podría perder parte del líquido refrigerante que la hace funcionar y causar alguna avería.Para moverla puedes utilizar una plataforma rodante o una carretilla de pie, siempre con la ayuda de al menos otra persona.Una vez cargado en el camión de mudanzas, es conveniente que sujetes bien el frigorífico a una de las paredes laterales del vehículo para evitar que se mueva durante el viaje.Cuando el frigorífico esté ya en su nueva ubicación, es mejor que esperes al menos un par de horas antes de volver a enchufarlo para que el líquido refrigerante vuelva a asentarse correctamente.En cualquier caso, es recomendable consultar el manual de instrucciones o a un técnico especializado para saber exactamente cómo transportar el frigorífico en función del modelo y las características del mismo.

    Si quieres evitarte complicaciones e incluso alguna posible, lo que mejor es que dejes el traslado del frigorífico y del resto de tus en manos de profesionales. En Mister Traster contamos con más de 10 años de experiencia en todo tipo de en Barcelona. ¡Llámanos al y te informamos! : Cómo transportar un frigorífico durante la mudanza

    ¿Cuál es el peso de un refrigerador?

    Especificaciones

    Altura 1752,6 mm
    Peso del paquete 136,1 kg
    Profundidad 787,4 mm
    Peso 132,9 kg
    Ancho 889 mm

    ¿Dónde poner el refrigerador si no cabe en la cocina?

    En los extremos. Ubicar el refrigerador en los extremos de la cocina evita sombras. En este sentido, siempre es mejor colocarlo en una esquina de la cocina y no junto a la ventana, ya que el tamaño de este electrodoméstico puede evitar el paso de la luz natural.