Guarda en lo posible silencio, modestia, resignación, amor a tu prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez a mí con el corazón más amoroso, más entregado; en el mío encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
¿Cómo se ora al Santísimo?
Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
¿Cómo se saluda al Santísimo Sacramento?
Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado. Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y os pido me deis todo lo que necesito y deseo.
- Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la otra.
- Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. (repítase después de cada alabanza.) Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento.
Adoración Eucarística de Juan Pablo II Orando con la Sagrada Escritura Bendito sea Dios Meditación para recibir al Santísimo Sacramento Himnos Eucarísticos Oración al Santísimo Sacramento Exposición y bendición con el Santísimo Sacramento Comunión Espiritual Saludo a Jesús Sacramentado Oración para una visita a Jesús Sacramentado Oración de Santa Gertrudis La grande Himno a Jesús Sacramentado por Santo Tomás de Aquino Oración de San Alfonso María ligorio Oración al Santísimo Sacramento de Santo Tomás de Aquino Al amor de los amores Jesús Sacramentado oración de Santa Teresa de Lisieux Desagravios al Señor Oración de San Buenaventura Oración “en ego” A Jesús Crucificado Devoción al Santísimo Sacramento del Altar Oración al divino rostro de Cristo Más oraciones
¿Qué hacer en la hora de adoración al Santísimo?
Guía para la adoración eucarística La Eucaristía renueva la comunión y alianza con Jesús, vínculo que se actualiza al comulgar y adorar a Jesús Eucaristía. Esto exige que tanto el comulgante como el adorante de la Eucaristía refleje con su vida, con su conducta, con cada uno de sus actos esa comunión con Cristo. El Santísimo puede exponerse:
- Abriendo la puerta del Sagrario
- Colocando el copón sobre el altar
- Colocando una hostia consagrada en el viril, y luego en la custodia, depositada en el altar.
Si se expone el Santísimo en el mismo copón colocándoselo en el altar, se encenderán por lo menos dos cirios. Si se expone el Santísimo en la custodia, colocándosela en el altar, se encenderán de cuatro a seis cirios. Cuando el ministro (sacerdote, diácono, acólito o ministro extraordinario de la comunión) se acerca al Sagrario para iniciar la exposición, debe reverenciar la Eucaristía realizando una genuflexión con una sola rodilla.
- Mientras se expone el Santísimo no se celebra misa.
- SI el que expone es un ministro extraordinario de la comunión no puede impartir la bendición con el Santísimo Sacramento expuesto.
- La vestimenta debe ser la adecuada para el momento, que condiga con el ministerio que se desempeña.
- En el momento de la adoración se deben combinar oraciones, cánticos, lecturas, aclamaciones y silencios.
RITUAL PARA LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Se prepara el altar colocando en él un corporal y un purificador. Los cirios necesarios ya encendidos, el libro que se utilizará para guiar la adoración. Se entona un canto de inicio, al tiempo que quien expone hace una genuflexión frente al Sagrario y abre la puerta del mismo, la deja abierta o extrae el copón.
Si la exposición es con el copón, lo extrae con delicadeza, lo transporta y lo lleva al altar también con delicadeza. Lo deposita sobre el corporal y extrae la forma, la coloca en el viril y deposita el viril en la custodia. Tanto la colocación del copón en el altar, como la apertura del mismo para extraer una forma consagrada y colocarla en la custodia, debe hacerse sobre el corporal.
Se invita a todos a arrodillarse. El ministro puede colocarse de frente al altar.
Aclamación Eucarística (de rodillas):
- Ministro: “Bendito y alabado sea Jesús, presente en el Santísimo Sacramento del Altar”
- Asamblea: “Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado”
- A cada aclamación todos responden: “Bendito sea Dios” (R)
- Ministro: Bendito sea Dios (R)
- Ministro: Bendito sea su santo nombre. (R)
- Ministro: Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. (R)
- Ministro: Bendito sea el nombre de Jesús. (R)
- Ministro: Bendito sea su sacratísimo corazón. (R)
- Ministro: Bendita sea su preciosísima sangre. (R)
- Ministro: Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. (R)
- Ministro: Bendito sea el Espíritu Santo consolador. (R)
- Ministro: Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. (R)
- Ministro: Bendita sea su santa e inmaculada concepción. (R)
- Ministro: Bendita sea su gloriosa asunción. (R)
- Ministro: Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. (R)
- Ministro: Bendito sea San José, su castísimo esposo. (R)
- Ministro: Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. (R)
- Terminada la última aclamación, todos se sientan.
Lectura del Libro del Éxodo 16, 2-4.12-15 (puede leer el ministro u otra persona)
“En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón. ‘Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto, cuando nos sentábamos delante de las ollas y comíamos pan hasta saciarnos. Porque ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea´.
- Entonces el Señor dijo a Moisés: ‘Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del cielo y el pueblo saldrá cada día a recoger su ración diaria.
- Así los pondré a prueba, para ver si caminan o no de acuerdo con mi ley´()´Yo escuché las protestas de los israelitas.
- Por eso, háblales en estos términos: A la hora del crepúsculo ustedes comerán carne, y por la mañana se hartarán de pan.
Así sabrán que yo, el Señor, soy su Dios´. Efectivamente, aquella misma tarde se levantó una bandada de codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana siguiente había una capa de rocío alrededor de él. Cuando esta se disipó, apareció sobre la superficie del desierto una cosa tenue y granulada, fina como la escarcha sobre la tierra.
Silencio (el ministro vela por un silencio fructífero, prudente, suficiente, orante).
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los cristianos de Corinto 11, 23-26 (puede leer el ministro u otra persona).
“Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi sangre.
Silencio: (nuevamente se debe velar por un silencio fructífero, prudente, suficiente, orante).
6- Lectura del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 6, 41-51: “Los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan bajado del cielo. Y decían: ¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre.
- ¿Cómo puede decir ahora: ´Yo he bajado del cielo´? Jesús tomó la palabra y les dijo: No murmuren entre ustedes.
- Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día- Está escrito en el libro de los Profetas.
- Todos serán instruidos por Dios.
- Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
Nadie ha visto nunca al Padre sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.
- Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
- El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.
- Palabra del Señor 7- Silencio 8- Oración conclusiva (todos de pie): Ministro: “Señor, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar siempre en nosotros los frutos de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”.
- Todos: “Amén”.
- 9- Aclamación Eucarística (de rodillas):
- Ministro: “Bendito y alabado sea Jesús, presente en el Santísimo Sacramento del Altar”
- Todos: “Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado”.
- Ministro: A cada aclamación responden todos: ” Bendito sea el Nombre de Dios” (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es único (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es admirable (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “el Altísimo”(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “El que es” (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es santo. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es temible. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es muy suave. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “Señor del universo”(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre, en el que está nuestro auxilio.(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es nuestro Redentor. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es Abba, nuestro Padre. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre de misericordia. (R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en nuestros corazones.(R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en su Iglesia. (R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en todos los pueblos.(R)
- Terminada la última aclamación, el ministro indica levantarse.
10-Reserva: mientras se entona un cántico adecuado, el ministro, con la misma delicadez con que inició la exposición, retira la hostia de la custodia y la coloca en el copón y lleva el copón al Sagrario nuevamente. Si expuso sólo con el copón, lo retira del Altar y lo restituye al Sagrario.
- Los siguientes son algunos de los cánticos propicios para la adoración:
- Alabado sea el Santísimo
- Alabado sea el Santísimo
- Sacramento del altar
- y la Virgen concebida
- sin pecado original
- Celebremos con fe viva
- este pan angelical
- y la Virgen concebida
- sin pecado original
- Es el Dios que da la vida
- y nació en un portal
- de la Virgen concebida
- sin pecado original
- El manjar más regalado
- de este suelo terrenal
- es Jesús Sacramentado
- Dios eterno e inmortal
- Cantemos al Amor de los amores
- Cantemos al Amor de los amores
- cantemos al Señor.
- Dios está aquí,
- venid adoradores,
- adoremos a Cristo Redentor.
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
- Cielos y tierra, bendecid al Señor.
- Honor y gloria a Ti,
- Rey de la gloria.
- amor por siempre a Ti,
- Dios del amor. (2)
- Unamos nuestra voz a los cantares
- del Coro Celestial,
- Dios está aquí, al Dios de los Altares
- alabemos con gozo angelical.
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
- Cantemos al Amor de loa Amores
- cantemos sin cesar.
- Dios está aquí, ¡venid adoradores,
- adoremos a Cristo en el altar!
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
: Guía para la adoración eucarística
¿Quién fue el primer adorador de la Biblia?
Religiones abrahámicas – La primera vez que aparece la palabra adoración en la Biblia es cuando Abraham va a entregar a su hijo (Génesis 22:5). Esto era una evidente muestra de “‘hacer la voluntad de Yahveh Dios'”, de obedecer su palabra. Por lo tanto, adoración es la actitud o la intención interna del corazón del hombre para Dios, entendiéndose la obediencia, el servicio, la rendición, el amor, etc.
Como expresión externa de adoración construían altares y una serie de rituales, con el tiempo Moisés hizo el Tabernáculo en el cual los primeros judíos adoraron, siendo Aarón su hermano el sacerdote que ofrendaba las primicias fueran vegetal o animal, hasta que Salomón fundó el primer Templo de Jerusalén, ya David, su padre, había creado los instrumentos y la liturgia adecuada para la Adoración a Yahveh.
En los 10 mandamientos, los primeros dos mandamientos son referentes, a la adoración exclusiva de Dios, y no de la imagen.
¿Cuál es la parte más importante de la Misa?
Pero tomé de sorpresa a muchos cuando dije: ‘La parte más importante de la Misa, el punto culminante en el que se enfoca toda la Misa, es la bendición final y el envío ‘.
¿Cómo orar por la alabanza y adoración?
Oración para alabar y dar gracias a Dios – ” Espíritu divino, ven a mi alma. Poséela y elévala en alabanza al Padre. Ora en mí y alábalo en mí. Dios mío, creador mío, redentor mío, te alabo, te bendigo, te doy gracias. Solo tú eres Santo, solo tú eres digno de toda alabanza.
Te doy gracias por mi vida, por mis alegrías, por mis tristezas. Todo te lo debo a ti, y todo es para ti. Te alabo con mis manos, con mi voz y con mi vida. Solo a ti quiero adorarte, bendecirte, alabarte. Que mi vida sea una alabanza agradable en tu presencia. Que el perfume de mi alabanza llene tu Iglesia y la embellezca.
Esto es lo más grande que te puedo dar. Acéptalo Señor. Amén.”
¿Qué produce la alabanza en el mundo espiritual?
Definición – Del Vocablo hebreo להלל lehalel «alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear». El sentido de alabar es, en efecto, la acepción de la forma intensiva del verbo hebreo halel (lehalel), que en su modalidad activa simple significa alardear,
Este último sentido se encuentra en las formas cognadas del acádico antiguo, cuyos dialectos son las lenguas de Babilonia y de Asiria, En ugarítico, el vocablo tiene la acepción de gritos y tal vez de júbilo, Encontramos halel (lehalel) más de 160 veces en el Antiguo Testamento y por primera vez en Gn 12.15, en donde se indica que, debido a la gran belleza de Sara, los príncipes del faraón la alabaron (la ponderaron) delante de él.
Aunque halel (lehalel) se usa a menudo solo para indicar la alabanza que se hace a personas, incluyendo al rey (2 Cr 23.12 ) o la belleza de Absalón (2 S 14.25 ), el término se usa mayormente para alabar a Dios. Es más, a todo ser viviente y todas las cosas creadas, incluyendo el sol y la luna, se les llaman a alabar a Dios (Sal 148.2–5, 13; 150.1).
- Típicamente, tal alabanza se expresa en el santuario, sobre todo durante las grandes fiestas (Is 62.9).
- El nombre hebreo para el libro de Salmos es sencillamente el equivalente del vocablo alabanzas.
- Tiene un sentido más apropiado que Salmos, lo cual proviene del griego y tiene que ver con cánticos acompañados por algún instrumento de cuerda.
No es de extrañarse que el libro de Salmos contiene más de la mitad de los casos de halel (lehalel) en sus varias modalidades. A los Salmos 113—118 se les denomina tradicionalmente los Salmos Hallel, pues tienen que ver con la alabanza a Dios por la liberación de la esclavitud egipcia bajo Moisés,
- Por esta razón, estos salmos forman una parte importante del culto tradicional de la Pascua,
- No cabe duda de que se tratan de los himnos que Jesús y sus discípulos cantaron en la noche en que instituyó la Cena del Señor (Mt 26.30 ).
- De la palabra halel (lehalel) proviene Aleluya, que está compuesta por el imperativo del verbo hebreo lehalel, la cual es en su forma plural “Alelu” más el nombre del Señor “Yah” (Yahveh יהוה) lo que da en español “Aleluya” “הללויה” que se ha incorporado a casi todos los idiomas del mundo.
El término hebreo se traduce más exactamente como Alaben a Yah, la forma abreviada de Yahveh (Jehová). La transliteración de aleluya en griego se encuentra 4 veces en el Nuevo Testamento en forma de «Alleluia» (Ap 19.1, 3–4, 6). Sin duda, los himnos cristianos quedarían muy empobrecidos si se quitara de repente el término «Aleluya» de nuestro lenguaje de alabanza.
Del vocablo hebreo yadah, «dar gracias, loor y alabanza». Este es un vocablo hebreo muy común a todos los períodos y un término muy importante en el lenguaje de la alabanza. Yadah se encuentra casi 120 veces en la Biblia hebraica, El primero de estos casos lo encontramos en la historia del nacimiento de Judá, el hijo de Jacob y Lea : «Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá» (Gn 29.35).
Como era de esperarse, esta palabra aparece con mayor frecuencia en el Libro de Salmos (unas 70 veces). Como expresión de gratitud o alabanza, es un elemento natural del culto ritual público, así como de la alabanza personal a Dios (Sal 30.9, 12; 35.18).
Muy a menudo las alabanzas se encaminan en nombre del Señor (Sal 106.47 ; 122.4 ). Cierta variación en las traducciones puede percibirse en 1 R 8.33: «confesar» (rv, nbe, bla), alabar (bj) su nombre. Del vocablo Hebreo tehillah el cual se deriva del vocablo halal, «gloria; alabanza; canción de loor; acciones loables».
Tehillah aparece 57 veces durante todos los períodos de la historia bíblica hebrea. Primero, el término denota una cualidad o atributo de alguna persona o cosa; significa gloria o loable. Tehillah se usa como término técnico musical para una canción que exalta o alaba a Dios: Salmo de alabanza de David (encabezamiento del Sal 145, que en hebreo es el v.1).
- Tal vez Neh 11.17 se refiere a un director de coro o alguien que dirige las canciones de alabanzas: «Y Matanías hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración ».
- Por último, tehillah puede representar acciones dignas de alabanza, o acciones por las que el responsable merece alabanza y gloria.
Esta acepción se encuentra en la primera vez que el vocablo aparece en la Biblia: «¿Quién como tú Jehová entre los dioses? ¿Quién como tú magnífico en santidad, temible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?» (Éx 15.11 ). Dos nombres relacionados son mahaalal e hilluÆléÆm.
- Mahaalal aparece una vez (Pr 27.21 ) y se refiere al grado de intensidad de la alabanza o bien su ausencia,
- HilluÆléÆm, que aparece 2 veces, significa jubilación festiva durante la cosecha del cuarto año (Lv 19.24; Jue 9.27).
- Símbolo de humillación), ser claro, dar a luz, ser brillante, entre otros.
En la religión la alabanza es dada a Dios (dígase El ser supremo). Sus adeptos usualmente lo expresan con exaltación, júbilo, por todo lo bueno que su Dios les provee. Típicamente la alabanza viene como forma de gratitud, en otros casos, la Alabanza al creador se deba a la salud y a la prosperidad dada, ya sea material o espiritual.
¿Qué es la oración de alabanza y adoración?
La oración de alabanza (28 de enero de 2014) | Francisco
PAPA FRANCISCO MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE La oración de alabanza Martes
28 de enero de 201 4 Fuente: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n.5, viernes 31 de enero de 2014 Es difícil justificar a quien siente vergüenza al cantar la alabanza del Señor, mientras que luego se deja llevar por gritos de júbilo por el gol de su equipo del corazón.
- Éste es el sentido de la reflexión que propuso el Papa Francisco en la misa del martes 28 de enero.
- El Papa Francisco se centró en la descripción de la fiesta que improvisó David por la llegada del arca de la Alianza, tal como lo relata la primera lectura de la liturgia del día ( 2 Samuel 6, 12-15,17-19).
«El rey David —recordó el Pontífice— inmoló sacrificios en honor a Dios; oró. Luego su oración llegó a ser jubilosa. era una oración de alabanza, de alegría. Y comenzó a danzar. Dice la Biblia: “David iba danzando ante el Señor con todas sus fuerzas”».
- Y David estaba tan contento al dirigir esta oración de alabanza que salió «de toda moderación» y comenzó «a danzar ante el Señor con todas sus fuerzas».
- Esto, insistió el Papa, era «precisamente la oración de alabanza».
- Ante este episodio «pensé inmediatamente —confesó el obispo de Roma— en la palabra de Sara tras dar a luz a Isaac: “el Señor me hizo bailar de alegría”.
Esta anciana de 90 años bailó de alegría». David era joven, repitió, pero también él «bailaba, danzaba ante el Señor. Esto es un ejemplo de oración de alabanza». Que es algo distinto de la oración que, explicó el Pontífice, normalmente hacemos «para pedir algo al Señor» o incluso sólo «para dar gracias al Señor».
Pero «la oración de alabanza —destacó el Santo Padre— la dejamos a un lado». Para nosotros no es algo espontáneo. Algunos, añadió, podrían pensar que se trata de una oración «para los de la Renovación en el Espíritu, no para todos los cristianos. La oración de alabanza es una oración cristiana, para todos nosotros.
En la misa, todos los días, cuando cantamos repitiendo “Santo, Santo.”, ésta es una oración de alabanza, alabamos a Dios por su grandeza, porque es grande. Y le decimos cosas hermosas, porque a nosotros nos gusta que sea así». Y no importa ser buenos cantantes.
- En efecto, explicó el Papa Francisco, no es posible pensar que «eres capaz de gritar cuando tu equipo hace un gol y no eres capaz de cantar las alabanzas al Señor, de salir un poco de tu comportamiento para cantar esto».
- Alabar a Dios «es totalmente gratuito», prosiguió.
- «No pedimos, no damos gracias.
Alabamos: tú eres grande. “Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo.”. Con todo el corazón decimos esto. Es incluso un acto de justicia, porque Él es grande, es nuestro Dios. Pensemos en una hermosa pregunta que podemos hacernos hoy: “¿cómo es mi oración de alabanza? ¿Sé alabar al Señor? ¿O cuando rezo el Gloria o el Sanctus lo hago sólo con la boca y no con todo el corazón? ¿Qué me dice David danzando? ¿Y Sara que baila de alegría? Cuando David entró en la ciudad, comenzó otra cosa: una fiesta.
- La alegría de la alabanza nos lleva a la alegría de la fiesta».
- Fiesta que luego se extiende a la familia, «cada uno —es la imagen propuesta por el Pontífice— en su casa comiendo el pan, festejando».
- Pero cuando David vuelve a entrar en el palacio, debe afrontar el reproche y el desprecio de Mical, la hija del rey Saúl: «”¿pero tú no tienes vergüenza de hacer lo que has hecho? ¿Cómo has hecho esto, bailar delante de todos, tú el rey? ¿No tienes vergüenza?”.
Me pregunto cuántas veces despreciamos en nuestro corazón a personas buenas, gente buena que alaba al Señor», así, de modo espontáneo, así como surge sin seguir actitudes formales. Pero en la Biblia, recordó el Papa, se lee «que Mical quedó estéril para toda su vida por esto.
- ¿Qué quiere decir aquí la Palabra de Dios? Que la alegría, la oración de alabanza nos hace fecundos.
- Sara bailaba en el momento grande de su fecundidad, a los noventa años.
- La fecundidad alaba al Señor».
- El hombre o la mujer que alaba al Señor, que reza alabando al Señor —y cuando lo hace es feliz de decirlo—, y goza «cuando canta el Sanctus en la misa», es un hombre o una mujer fecundo.
En cambio, añadió el Pontífice, quienes «se cierran en la formalidad de una oración fría, medida, así, tal vez terminan como Mical, en la esterilidad de su formalidad. Pensemos e imaginemos a David que baila con todas sus fuerzas ante el Señor. Pensemos cuán hermoso es hacer oraciones de alabanza.
Tal vez nos hará bien repetir las palabras del salmo que hemos orado, el 23: “¡Portones! Alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales: va a entrar el rey de la gloria. ¿Quién es ese rey de la gloria? El Señor héroe valeroso, el Señor valeroso en la batalla». Ésta debe ser nuestra oración de alabanza, y, concluyó, cuando elevamos esta oración al Señor debemos «decir a nuestro corazón: “levántate corazón, porque estás ante el rey de la gloria”».
: La oración de alabanza (28 de enero de 2014) | Francisco
¿Qué hacer en una hora de adoración al Santísimo?
Guía para la adoración eucarística La Eucaristía renueva la comunión y alianza con Jesús, vínculo que se actualiza al comulgar y adorar a Jesús Eucaristía. Esto exige que tanto el comulgante como el adorante de la Eucaristía refleje con su vida, con su conducta, con cada uno de sus actos esa comunión con Cristo. El Santísimo puede exponerse:
- Abriendo la puerta del Sagrario
- Colocando el copón sobre el altar
- Colocando una hostia consagrada en el viril, y luego en la custodia, depositada en el altar.
Si se expone el Santísimo en el mismo copón colocándoselo en el altar, se encenderán por lo menos dos cirios. Si se expone el Santísimo en la custodia, colocándosela en el altar, se encenderán de cuatro a seis cirios. Cuando el ministro (sacerdote, diácono, acólito o ministro extraordinario de la comunión) se acerca al Sagrario para iniciar la exposición, debe reverenciar la Eucaristía realizando una genuflexión con una sola rodilla.
- Mientras se expone el Santísimo no se celebra misa.
- SI el que expone es un ministro extraordinario de la comunión no puede impartir la bendición con el Santísimo Sacramento expuesto.
- La vestimenta debe ser la adecuada para el momento, que condiga con el ministerio que se desempeña.
- En el momento de la adoración se deben combinar oraciones, cánticos, lecturas, aclamaciones y silencios.
RITUAL PARA LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Se prepara el altar colocando en él un corporal y un purificador. Los cirios necesarios ya encendidos, el libro que se utilizará para guiar la adoración. Se entona un canto de inicio, al tiempo que quien expone hace una genuflexión frente al Sagrario y abre la puerta del mismo, la deja abierta o extrae el copón.
Si la exposición es con el copón, lo extrae con delicadeza, lo transporta y lo lleva al altar también con delicadeza. Lo deposita sobre el corporal y extrae la forma, la coloca en el viril y deposita el viril en la custodia. Tanto la colocación del copón en el altar, como la apertura del mismo para extraer una forma consagrada y colocarla en la custodia, debe hacerse sobre el corporal.
Se invita a todos a arrodillarse. El ministro puede colocarse de frente al altar.
Aclamación Eucarística (de rodillas):
- Ministro: “Bendito y alabado sea Jesús, presente en el Santísimo Sacramento del Altar”
- Asamblea: “Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado”
- A cada aclamación todos responden: “Bendito sea Dios” (R)
- Ministro: Bendito sea Dios (R)
- Ministro: Bendito sea su santo nombre. (R)
- Ministro: Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. (R)
- Ministro: Bendito sea el nombre de Jesús. (R)
- Ministro: Bendito sea su sacratísimo corazón. (R)
- Ministro: Bendita sea su preciosísima sangre. (R)
- Ministro: Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. (R)
- Ministro: Bendito sea el Espíritu Santo consolador. (R)
- Ministro: Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. (R)
- Ministro: Bendita sea su santa e inmaculada concepción. (R)
- Ministro: Bendita sea su gloriosa asunción. (R)
- Ministro: Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. (R)
- Ministro: Bendito sea San José, su castísimo esposo. (R)
- Ministro: Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. (R)
- Terminada la última aclamación, todos se sientan.
Lectura del Libro del Éxodo 16, 2-4.12-15 (puede leer el ministro u otra persona)
“En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón. ‘Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto, cuando nos sentábamos delante de las ollas y comíamos pan hasta saciarnos. Porque ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea´.
Entonces el Señor dijo a Moisés: ‘Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del cielo y el pueblo saldrá cada día a recoger su ración diaria. Así los pondré a prueba, para ver si caminan o no de acuerdo con mi ley´()´Yo escuché las protestas de los israelitas. Por eso, háblales en estos términos: A la hora del crepúsculo ustedes comerán carne, y por la mañana se hartarán de pan.
Así sabrán que yo, el Señor, soy su Dios´. Efectivamente, aquella misma tarde se levantó una bandada de codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana siguiente había una capa de rocío alrededor de él. Cuando esta se disipó, apareció sobre la superficie del desierto una cosa tenue y granulada, fina como la escarcha sobre la tierra.
Silencio (el ministro vela por un silencio fructífero, prudente, suficiente, orante).
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los cristianos de Corinto 11, 23-26 (puede leer el ministro u otra persona).
“Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi sangre.
Silencio: (nuevamente se debe velar por un silencio fructífero, prudente, suficiente, orante).
6- Lectura del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 6, 41-51: “Los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan bajado del cielo. Y decían: ¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre.
- ¿Cómo puede decir ahora: ´Yo he bajado del cielo´? Jesús tomó la palabra y les dijo: No murmuren entre ustedes.
- Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día- Está escrito en el libro de los Profetas.
- Todos serán instruidos por Dios.
- Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
Nadie ha visto nunca al Padre sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. Palabra del Señor 7- Silencio 8- Oración conclusiva (todos de pie): Ministro: “Señor, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar siempre en nosotros los frutos de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”.
- Todos: “Amén”.
- 9- Aclamación Eucarística (de rodillas):
- Ministro: “Bendito y alabado sea Jesús, presente en el Santísimo Sacramento del Altar”
- Todos: “Sea por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado”.
- Ministro: A cada aclamación responden todos: ” Bendito sea el Nombre de Dios” (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es único (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es admirable (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “el Altísimo”(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “El que es” (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es santo. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es temible. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es muy suave. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es: “Señor del universo”(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre, en el que está nuestro auxilio.(R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es nuestro Redentor. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre que es Abba, nuestro Padre. (R)
- Ministro: Bendito sea su Nombre de misericordia. (R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en nuestros corazones.(R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en su Iglesia. (R)
- Ministro: Que su nombre sea santificado en todos los pueblos.(R)
- Terminada la última aclamación, el ministro indica levantarse.
10-Reserva: mientras se entona un cántico adecuado, el ministro, con la misma delicadez con que inició la exposición, retira la hostia de la custodia y la coloca en el copón y lleva el copón al Sagrario nuevamente. Si expuso sólo con el copón, lo retira del Altar y lo restituye al Sagrario.
- Los siguientes son algunos de los cánticos propicios para la adoración:
- Alabado sea el Santísimo
- Alabado sea el Santísimo
- Sacramento del altar
- y la Virgen concebida
- sin pecado original
- Celebremos con fe viva
- este pan angelical
- y la Virgen concebida
- sin pecado original
- Es el Dios que da la vida
- y nació en un portal
- de la Virgen concebida
- sin pecado original
- El manjar más regalado
- de este suelo terrenal
- es Jesús Sacramentado
- Dios eterno e inmortal
- Cantemos al Amor de los amores
- Cantemos al Amor de los amores
- cantemos al Señor.
- Dios está aquí,
- venid adoradores,
- adoremos a Cristo Redentor.
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
- Cielos y tierra, bendecid al Señor.
- Honor y gloria a Ti,
- Rey de la gloria.
- amor por siempre a Ti,
- Dios del amor. (2)
- Unamos nuestra voz a los cantares
- del Coro Celestial,
- Dios está aquí, al Dios de los Altares
- alabemos con gozo angelical.
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
- Cantemos al Amor de loa Amores
- cantemos sin cesar.
- Dios está aquí, ¡venid adoradores,
- adoremos a Cristo en el altar!
- ¡Gloria a Cristo Jesús!
: Guía para la adoración eucarística