San Martín de Porres | EWTN
- San Martín de Porres
- Oración por los Hispanos
- San Martín de Porres, tú que hablas español como nosotros; tu color, tu pobreza, tu hogar podrían haberte deprimido en aquella sociedad.
- Pero la dignidad de hijo de Dios por tu fe bautismal en la Iglesia Católica te elevó por encima de aquella nobleza de la Ciudad de los Reyes.
Haz que los Hispanos en América, en la del Norte especialmente, estén conscientes de su propia dignidad. Se preparen en las escuelas, consigan títulos de trabajo, tengan afán de superación hasta llegar ellos o sus descendientes a ser dirigentes en esta sociedad.
- Que todos: en el hogar, en el trabajo, en la calle y en todo lugar tengan sentido de responsabilidad.
- Como tú, glorioso Martín de Porres, lograste ser responsable tanto de seglar como luego de fraile.
- Que descubran y fomenten la grandeza de su Fe, católica como la tuya, fuente de fortaleza en esperanza.
Muchos son “de color” como tú. Ni drogas, ni abandono, ni desprecios, ni robos, ni abusos sexuales sean sus caminos, que llevan a la esclavitud. Marín glorioso, tú cantas victoria en el Cielo. Que te miren todos los que buscan la liberación aquí en este suelo.
Enséñanos el camino de la auténtica personalidad. Amén. Señor tu condujiste a San Martín a la gloria eterna por medio de su humildad. Ayúdanos, te rogamos, a seguir el ejemplo de santidad y poder ser dignos de ser exaltados junto con él en el Cielo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Novena a San Martín de Porres3 de noviembre MEDITACIÓN “Martín, el bueno” o ” Martín, el caritativo” le llamaba la gente de Lima donde el morenito o “mulato” Martín fue tan querido en los años 1600 a 1636.
Desde el año 1962 todos le llamamos San Martín de Porres, porque el Papa Juan XXIII le canonizo. M artín nació en Lima, capital de Perú, el 9 de Diciembre de 1579. Su padre, Juan de Porres, español de Burgos, era Gobernador de Panamá. Ana Velázquez se llamaba la madre que, por su gentileza, había obtenido la libertad.
Era medio negra y medio india. Del noble español, Gobernador de Panamá, y de la “negrita” Ana nació otra niña dos años después, pero las diferencias raciales y rango social hicieron que Martín figurase en el Fe de Bautismo como “hijo de padre desconocido”. Sus padres no eran casados. P ronto quedaron solos en Lima el niño Martín con su mamá y la hermanita.
Su padre tenia que ocuparse de Guayaquil, el puerto del mar en el Ecuador. Martín crecía muy piadoso y compasivo compartiendo con otros niños lo que su madre “abandonada” le podía dar. C uando el niño tenia ocho años se presentó en Lima a su padre y encantado con su negrito se lo llevo a Guayaquil, donde le busco maestro particular para educarle a su lado.
- Esto duró solo dos años.
- De nuevo en Lima, en un barrio pobre con los “de color”, bajo el cuidado de su madre crecía con Juanita, su hermana.
- A na Velázquez, como buena madre, se preocupo por que su hijo supiera ganarse la vida.
- Le coloco al servicio del barbero-dentista D.
- Manuel Rivero en Lima.
- Martín era feliz.
Aprendió el oficio y gozaba sirviendo como barbero-enfermero. Había encontrado su vocación de amar a Dios sirviendo a los demás. Ya ganaba plata: mitad para su madre y mitad para obras de caridad. De egoísta no tenía nada. S u ideal era ser santo: como el Obispo de Lima, San Toribio de Mogrovejo: como San Juan Masías, hermano lego en los dominicos: como San Francisco Solano aquel gran misionero franciscano; como Santa Rosa de Lima, bautizada en la misma iglesia que Martín cinco años antes que él.
- Estos cuatro santos vivían en la misma ciudad y al mismo tiempo que Martín.
- E l jovencito barbero-enfermero era feliz: ayudaba en Misa todos los días antes de ir al trabajo y pasaba largos ratos de oración al anochecer, oculto, en su propia habitación.
- Servir a Dios, servir a los demás, olvido de si mismo.
Así Martín desarrollaba su personalidad. Ya tiene 16 años. Su madre puede vivir sin él. M artín se dirigió a los Dominicos. Quiere vivir en el Convento del Santo Rosario. Pero como el ultimo de todos. No pretende ser como los Padres, ni aun siquiera como Hermano.
Sencillamente como “Donado”, un criadito sin paga. Don Juan de Porres, el noble castellano y Gobernador de Panamá, no podía tolerar que su hijo entrara en el convento para oficio tan humilde. “Un hijo mío, si es fraile, tendrá que ser como el más alto de los Padres”. N o era ese el parecer de Martín: ‘Un hijo de Dios llega a grande siendo el ultimo entre los frailes”.
Martín entró de “Donado”, como sirviente. Ni siquiera como Hermano; mucho menos como Padre. Su virtud era tan notable que, nueve años después, a petición del Superior y por obediencia, profesaba como Hermano y vistió el hábito de fraile. M artín crecía para Dios y para los demás: oración, largos silencios a solas con Dios; éxtasis milagrosos que Dios multiplicaba por él, hasta resucitar algún muerto.
- Martín era el limosnero del convento y de la ciudad.
- Los ricos todos le dan, porque saben que Martín lo multiplicaba para los pobres: comida, ropa, monedas, la fundación del centro para los niños huérfanos.
- Discretamente llegaba hasta las familias “vergonzantes”, que no tenían valor para pedir como pobres.
P enitencia. Mucha penitencia para si mismo, a solas; especialmente en la Cuaresma y Semana Santa. Parecía un hombre de tres corazones: de fuego para Dios por su fervor; de carne por su compasión y ayuda a los demás; de acero por el rigor y dominio de sí mismo.
I nocencia de Dios, recobrada como aquella de San Francisco de Asís: todas las criaturas son buenas, todos los hombres son hermanos. Por eso Martín decía una vez a un ratoncito que pillo en el ropero de la sacristía: “Hermano ratón. No sé si eres tu culpable del daño causado en la sacristía a los guardarropas.
Pero hoy mismo tu y tus amigos van a salir del monasterio para no volver”. M artín “el bueno”, sin embargo, tenia que luchar todos los días consigo mismo y contra el diablo. Por mantenerse en humildad llego a ofrecerse en venta como esclavo: “Padre Prior, no dude: véndame y pague sus deudas”.
- Cuando las pasiones de orgullo, injuria y avaricia ya estaba perfectamente subyugadas, Dios ofreció a Martín otro campo de batalla: mano a mano con el diablo.
- Como el Santo Cura de Ars siglos después Martín era intimidado y golpeado por el diablo.
- Le oían decir en la celda: ‘ ¿A que has venido?” Esta no es tu habitación.
Vete inmediatamente”. El maestro de Novicios, Padre Andrés, dijo una vez: “Este mulato va a ser santo. De noche libra fuertes batallas con el diablo”. A l venir el otoño, Martín sufría de paludismo todos los años. El día 3 de Noviembre de 1639 decía al Hermano Antonio: “No llores, Hermano, quizás en el Cielo sea mas útil que aquí”.
Pidió los Sacramentos, miro en derredor, pidió perdón a todos. Los monjes cantaban la Salve y el Credo. Entonces Martín expiró: 3 de Noviembre de 1639 por la mañana. E l Papa Juan XXIII lo canonizó el día 6 de Mayo de 1692. Con tan solemne ocasión escribió: “Martín excusaba las faltas de otro. Perdonó las más amargas injurias, convencido de que el merecía mayores castigos por sus pecados.
Procuró de todo corazón animar a los acomplejados por las propias culpas, confortó a los enfermos, proveía de ropas, alimentos y medicinas a los pobres, ayudo a campesinos, a negros y mulatos tenidos entonces como esclavos. La gente le llama ‘Martín, el bueno’.” La Palabra de Dios ” E l Rey responderá: ” En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son más hermanos, lo hicieron conmigo.”_ Mt 25,40 ” E l que dice “yo amo a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso.
- ” F íjense cómo ahora llamamos felices a los que fueron pacientes” _ Stgo 5,11
- Oraciones
- Oración propia de la Novena
G lorioso San Martín de Porres, desde tu infancia hasta la muerte supiste equilibrar admirablemente la dignidad de hijo de Dios con la humildad de tu nacimiento y menosprecios raciales. Procediste como el último de todos, sirviendo abnegadamente. Siempre gozoso por estar consciente de que Dios es nuestro Padre; te sentías hijo amado de El.
- Y a vez lo mucho que yo necesito de tu ejemplo y de tu intercesión para lograr mi personalidad de cristiano: con títulos humanos y humildad de cristianos.
- Alcánzame la gracia de seguir tu ejemplo, de prepararme muy bien en un oficio o título profesional con que yo pueda desarrollar mis talentos siendo útil a la sociedad y en especial a mi familia.
M artín el bueno te llamaban todos porque no guardabas complejo negativo por el color de tu piel ofendida. Ni te entregaste al placer o a los juegos para ahogar las penas; ni siquiera guardabas rencor a tu padre porque no vivía en el hogar. Con abundancia de bien tú respondiste cuando te rodeaba tanto mal.
Haz que yo y el orgullo herido de tantas personas hoy en la sociedad reaccionemos como tú, paciente, amable, devolviendo bien por mal. P or tu medio quiso Dios dar pruebas de su bondad hasta hacer milagros en bien de los demás. Por eso te pido con humildad y confianza me obtengas la gracia particular de esta novena (mencione el favor que desea) A gradezco de antemano tu gloriosa intercesión en mi favor.
Reconozco que Dios ha mostrado especial complacencia en ti y que por tu humildad amable nos acerquemos a su Grandeza Adorable. Bendíceme, bendice a mi familia, ven en ayuda nuestra como lo hacías con tu madre, con tu hermanita y con los más necesitados de Lima.
¿Cómo pedir un milagro a San Martín de Porres?
Oración para pedir un favor a San Martín de Porres En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres. Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.
Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias. Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien. Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. : Oración para pedir un favor a San Martín de Porres
¿Qué enseñanza puede sacar de San Martín de Porres?
“San Martín de Porres, no solo es un ejemplo de servicio y entrega a la caridad, sino un ejemplo místico que por el amor a Dios le permitió entrar en contacto con el cosmos de la naturaleza y por eso siempre se preocupó por el cuidado y la preservación de la creación y en contacto con los animales, tanto para juntar al perro, gato y pericote en un mismo plato, siendo el mejor ejemplo del amor a la caridad que significa compartir con los demás”, señala el P.
¿Cómo ayuda San Martín de Porres?
Beatificación y canonización – Reconstrucción facial de san Martín de Porres a partir del análisis de su cráneo, realizado por el Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal (Ebrafol), agosto de 2015. En 1660, el arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez, inició la recolección de declaraciones de las virtudes y milagros de Martín de Porres para promover su beatificación, pero a pesar de su biografía ejemplar y de haberse convertido en devoción fundamental de mulatos, indios y negros, la sociedad colonial no lo llevó a los altares.
Aunque en 1763 el Papa Clemente XIII emitió un decreto que afirmaba el heroísmo de sus virtudes, su proceso de beatificación hubo de durar hasta 1837, cuando fue beatificado por el papa Gregorio XVI en la Basílica de Santa María la Mayor, El papa Juan XXIII que sentía una verdadera devoción por Martín de Porres, lo canonizó en la Ciudad del Vaticano el 6 de mayo de 1962 ante una multitud de 40 000 personas procedentes de varias partes del mundo nombrándolo Santo Patrono de la Justicia Social, exaltando sus virtudes en la homilía de canonización: « San Martín, siempre obediente e inspirado por su divino Maestro, vivió entre sus hermanos con ese amor profundo que nace de la fe pura y de la humildad de corazón.
Amaba a los hombres porque los veía como hijos de Dios y como sus propios hermanos y hermanas. Tal era su humildad que los amaba más que a sí mismo, y que los consideraba mejores y más virtuosos que él. Martín excusaba las faltas de otro. Perdonó las más amargas injurias, convencido de que el merecía mayores castigos por sus pecados.
Procuró de todo corazón animar a los acomplejados por las propias culpas, confortó a los enfermos, proveía de ropas, alimentos y medicinas a los pobres, ayudó a campesinos, a negros y mulatos tenidos entonces como esclavos. La gente le llama Martín, el bueno». La proclamación de Martín de Porres como santo fue sustentada por las milagrosas curaciones que ocurrieron a una anciana gravemente enferma en Asunción ( Paraguay ) en 1948 y a un niño con una pierna a punto de ser amputada por la gangrena, en Tenerife ( España ) en 1956,
En el Perú, el cuál había hecho unos años antes un intensa campaña para difundir su vida y promover la canonización, hubo muchos festejos. El entonces Presidente de la República, Manuel Prado y Ugarteche, promulgó unos meses antes el Decreto Supremo N° 61-C (26 de marzo de 1962) por el cual se denominó a 1962 como “Año de Fray Martín de Porres”, perennizando así la fecha de canonización del Santo Mulato.
Además, se formó una comisión que organizó –en forma urgente e inmediata- las actividades para celebrar el magno evento. Esta comisión fue presidida por el doctor Geraldo Arosemena Garland, Ministro de Justicia y Culto. El día de la canonización, la ciudad de Lima fue embanderada por todos los vecinos, en señal de peruanidad.
Además, al mediodía repicaron todas las campanas de las iglesias, acto que se realizó a nivel nacional. El buque insignia de la armada peruana, Crucero Almirante Grau, realizó una salva de 21 cañonazos en la Bahía del Callao, mientras que todas las unidades de la escuadra peruana sonaron sus sirenas.
- Finalmente, las reliquias de San Martín de Porres fueron exhibidas en la Iglesia de Santo Domingo hasta el 3 de junio, lo que permitió ser veneradas por los miles de fieles.
- En 1966 el Papa Pablo VI lo proclamó patrón de los barberos y peluqueros y, en el Perú, de la justicia social.
- Su festividad en el santoral católico se celebra el 3 de noviembre, fecha de su fallecimiento.
En diversas ciudades del Perú se efectúan fiestas patronales en su nombre y procesiones de su imagen ese día, siendo la procesión principal la que parte de la Iglesia de Santo Domingo, en Lima, lugar donde descansan sus restos mortales.
¿Qué carro tomar para ir a San Martín de Porres?
Estas líneas de Autobús se detienen cerca de San Martin De Porres: 1103, 1513, 2404, 2804, IM22, OM23.
¿Cuál fue uno de los dones de San Martín de Porres?
Fenómenos místicos – Los fenómenos de orden mística comenzaron a poblar la vida de Fray Martín. Atravesaba puertas cerradas y paredes, cuando sabía que su presencia era requerida en un lugar. En una huerta cultivaba plantas que usaba después en sus medicinas.
Decía: “Yo te medico, Dios te cura”, y se operaban verdaderos prodigios. Pero a veces las curaciones se operaban con un poco de vino, con unas cuerdas que amarraban unas piernas quebradas. No eran los instrumentos, era el santo. Un día visitaba Lima el obispo de La Paz, enfermo, que pidió ser visitado por Fray Martín.
Efectivamente, el santo tocó su mano en su pecho, y lo libró de una enfermedad que lo hubiese llevado a la tumba. Tenía el don de la bilocación, era visto a la misma hora en lugares diversos, incluso en países diferentes. Operó una resurrección. No se puede dejar de recordar el famoso hecho de cuando estando fuera del convento con otros dos hermanos, se les hizo tarde, y tom ó a los otros dos de la mano y los llev ó en vuelo hasta la casa, adonde llegaron puntuales.
E n la enfermería de San Martín de Porres no solo halla ban alivio los frailes sino también muchos enfermos que encontraba en la calle. Pero un día los superiores le prohibieron que atendiera a los contagiosos, y a todo enfermo externo, Por eso, en la casa de su hermana que vivía cerca del convento, preparó unos cuartos para atenderlos.
Caritativo, previsor del futuro, frecuentes éxtasis, enfrentaba al demonio, conversaba con animalitos Salía a la calle a pedir limosna para los pobres y para los sacerdotes en necesidad es. Ya era famoso por su prudencia, y por ello el propio Virrey le pidió que repartiera sus limosnas, 100 pesos mensuales.
Los poderosos le pedían consejo. Conocía cosas d el futuro: un día pasaba delante de su convento un hombre que iba a concurrir a un acto pecaminoso. San Martín hizo de la conversa algo de muy interesante y lo entretuvo. Cuando siguió su camino, el hombre supo que la casa adónde se dirigía se había derrumbado, hiriendo gravemente a la mujer que ahí se encontraba.
Con frecuencia entraba en éxtasis. Hacía penitencias corporales, ayunaba con regularidad. Rezaba con fervor el rosario. El demonio a veces se le manifestaba, lo perseguía, lo hacía rodar a veces por las escaleras; San Martín lo ahuyentaba con la señal de la cruz.
- Un hecho ocurrido con ratones en el convento, nos recuerda la candidez de un San Francisco de Asís.
- Estos animalillos hicieron de la despensa su tierra arrasada, y dañaban los alimentos.
- Un día, a un ratón que cayó en una trampa, San Martín le dijo: “Voy a soltarte, pero ve y dile a tus compañeros que no sean molestos ni nocivos al convento; que vayan a la huerta, que yo les llevaré comida todos los días”.
Al día siguiente los ratones estaban esperando su merienda en el lugar y hora destinados. A los 60 años las fuerzas lo fueron abandonando. A su lecho de enfermo acudieron desde el Virrey hasta obispos, y mucho pueblo. Su funeral fue el testimonio de todas unas gentes que agradecían a Dios por haberle dado tan gran don en la persona de San Martín de Porres.
¿Qué día se celebra el día de San Martín de Porres?
5 de noviembre de 2019 – 12:00 a.m.
¿Que te impacto más de San Martín de Porres?
Turismo Religioso en el Mundo Perú tiene la particularidad de contar en su haber la mayor cantidad de santos de América Latina, ser el país donde se consagró al primer mulato santo de América, San Martín de Porres, quien fue santificado por la iglesia bajo el papado de Juan XXII en el año 1962.
Este religioso peruano pertenecía a la orden de los dominicos. Nació en 1579 de la unión de una persona blanca y una persona negra. Murió en el año 1639, siendo beatificado en el año 1837. Su verdadero nombre era Martín de Porres Velásquez, siendo sus padres legítimos Juan de Porres, un hidalgo español quien lo reconoció dándole su apellido, y Ana Velásquez, una mujer de color de Panamá, y también tuvo una hermana llamada Juana.
Su pasión y fe religiosa le significó que la comunidad cristiana lo reconociera como el Santo de la Escoba por ser su primer oficio cuando ingresó al convento Nuestra Señora del Rosario de Lima. También por su vida de privaciones que aun hoy nos causan un alto impacto emocional.
¿Cuál fue el santo más humilde?
San Martín de Porres, el Santo de los ‘más humildes’
¿Cuál es el santo de la humildad?
San Martín de Porres, 50 años de canonización: especial del portal ACI prensa.
¿Qué pasaba cuando San Martín de Porres rezaba?
San Martín de Porres | EWTN
3 de NoviembreSan Martín de PorresAño 1639 D ijo Jesús: Todo el que sehumilla será enaltecido.
E n Sudamérica es muy popular San Martín de Porres y hasta se han filmado hermosas películas acerca de su vida y milagros. Es un santo muy simpático y milagroso. N ació en Lima, Perú, hijo de un blanco español y de una negra africana. Por el color de su piel, su padre no lo quiso reconocer y en la partida de bautismo figura como “de padre desconocido”.
Su infancia no fue demasiado feliz, pues por ser mulato (mitad blanco y mitad negro, pero más negro que blanco) era despreciado en la sociedad. A prendió muy bien los oficios de peluquero y de enfermero, y aprovechaba sus dos profesiones para hacer muchos favores gratuitamente a los más pobres. A los 15 años pidió ser admitido en la comunidad de Padres Dominicos.
Como a los mulatos les tenían mucha desconfianza, fue admitido solamente como “donado”, o sea un servicial de la comunidad. Así vivió 9 años, practicando los oficios más humildes y siendo el último de todos. A l fin fue admitido como hermano religioso en la comunidad y le dieron el oficio de peluquero y de enfermero.
- Y entonces sí que empezó a hacer obras de caridad a manos llenas.
- Los frailes se quejaban de que Fray Martín quería hacer del convento un hospital, porque a todo enfermo que encontraba lo socorría y hasta llevaba a algunos más graves y pestilentes a recostarlos en su propia cama cuando no tenía más donde se los recibieran.
C on la ayuda de varios ricos de la ciudad fundó el Asilo de Santa Cruz para reunir a todos los vagos, huérfanos y limosneros y ayudarles a salir de su penosa situación. A unque él trataba de ocultarse, sin embargo su fama de santo crecía día por día.
- Lo consultaban hasta altas personalidades.
- Muchos enfermos lo primero que pedían cuando se sentían graves era: “Que venga el santo hermano Martín”.
- Y él nunca negaba un favor a quien podía hacerlo.
- Pasaba la mitad de la noche rezando.
- A un crucifijo grande que había en su convento iba y le contaba sus penas y sus problemas, y ante el Santísimo Sacramento y arrodillado ante la imagen de la Virgen María pasaba largos tiempos rezando con fervor.
S in moverse de Lima, fue visto sin embargo en China y en Japón animando a los misioneros que estaban desanimados. Sin que saliera del convento lo veían llegar junto a la cama de ciertos moribundos a consolarlos. A los ratones que invadían la sacristía los invitaba a irse a la huerta y lo seguían en fila muy obedientes.
En una misma cacerola hacía comer al mismo tiempo a un gato, un perro y varios ratones. Llegaron los enemigos a su habitación a hacerle daño y él pidió a Dios que lo volviera invisible y los otros no lo vieron. C uando oraba con mucha devoción se levantaba por los aires y no veía ni escuchaba a la gente.
A veces el mismo virrey que iba a consultarle (siendo Martín tan de pocos estudios) tenía que aguardar un buen rato en la puerta de su habitación, esperando a que terminara su éxtasis. En ocasiones salía del convento a atender a un enfermo grave, y volvía luego a entrar sin tener llave de la puerta y sin que nadie le abriera.
Preguntado cómo lo hacía, respondía: “Yo tengo mis modos de entrar y salir”. E l Arzobispo se enfermó gravemente y mandó llamar al hermano Martín para que le consiguiera la curación para sus graves dolores. Él le dijo: ¿Cómo se le ocurre a su excelencia invitar a un pobre mulato? Pero luego le colocó la mano sobre el sitio donde sufría los fuertes dolores, rezó con fe, y el arzobispo se mejoró en seguida.
R ecogía limosnas en cantidades asombrosas y repartía todo lo que recogía. Miles de menesterosos llegaban a pedirle ayuda. A los 60 años, después de haber pasado 45 años en la comunidad, mientras le rezaban el Credo y besando un crucifijo, murió el 3 de noviembre de 1639.
¿Qué animales aparecen junto a San Martín de Porres y por qué?
Retratado siempre con una escoba, que representaba la humildad que lo caracterizaba, y acompañado de un perro, gato y ratón –que, en teoría, son animales que no podrían convivir juntos- aparece San Martín de Porres en imágenes que son veneradas hasta el día de hoy.
¿Qué tipo de trato reciben San Martín de Porres?
(Lima, 1579 – 1639) Religioso peruano de la orden de los dominicos que fue el primer santo mulato de América. San Martín de Porres Era hijo de Juan de Porres, hidalgo pobre originario de Burgos, y Ana Velásquez, una negra liberta, natural de Panamá. Su padre, debido a su pobreza, no podía casarse con una mujer de su condición, lo que no impidió su amancebamiento con Ana Velásquez.
Fruto de ella nació también Juana, dos años menor que Martín. Nacido en el barrio limeño de San Sebastián, Martín de Porres fue bautizado el 9 de diciembre de 1579. El documento bautismal revela que su padre no lo reconoció, pues por ser caballero laico y soltero de una Orden Militar estaba obligado a guardar la continencia de estado.
Hacia 1586, el padre de Martín decidió llevarse a sus dos hijos a Guayaquil con sus parientes. Sin embargo, los parientes sólo aceptaron a Juana, y Martín de Porres hubo de regresar a Lima, donde fue puesto bajo el cuidado de doña Isabel García Michel en el arrabal de Malambo, en la parte baja del barrio de San Lázaro, habitado por negros y otros grupos raciales.
- En 1591 recibió el sacramento de la Confirmación de manos del arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo,
- Martín inició su aprendizaje de boticario en la casa de Mateo Pastor, quien se casaría con la hija de su tutora.
- Esta experiencia sería clave para Martín, conocido luego como gran herbolario y curador de enfermos, puesto que los boticarios hacían curaciones menores y administraban remedios para los casos comunes.
También fue aprendiz de barbero, oficio que conllevaba conocimientos de cirugía menor. La proximidad del convento dominico de Nuestra Señora del Rosario y su claustro conventual ejercieron pronto atracción sobre él. Sin embargo, entrar allí no cambiaría su situación social y el trato que recibiría por ser mulato y bastardo: no podía ser fraile de misa e incluso le prohibieron ser hermano lego.
En 1594, Martín entró en el convento en calidad de aspirante a conventual sin opción al sacerdocio. Dentro del convento fue campanero y es fama que su puntualidad y disciplina en la oración fueron ejemplares. Más aún, dormía muy poco, entre tres y cuatro horas, y cuentan que, para no olvidarse de sus funciones por el cansancio, un gato de tres colores entraba a la enfermería y empezaba a rasguñarlo avisándole de su deber.
Sus hagiógrafos cuentan que tenía varias devociones, pero sobre todo creía en el Santísimo Sacramento y en la Virgen María, en especial la Virgen del Rosario, patrona de la Orden dominica y protectora de los mulatos. San Martín de Porres fue seguidor de los modelos de santidad de Santo Domingo de Guzmán, San José, Santa Catalina de Siena y San Vicente Ferrer, En el convento, Martín ejerció también como barbero, ropero, sangrador y sacamuelas. Su celda quedaba en el claustro de la enfermería. Todo el aprendizaje como herbolario en la botica y como barbero hicieron de Martín un curador de enfermos, sobre todo de los más pobres y necesitados, a quienes no dudaba en regalar la ropa de los enfermos.
Su fama se hizo muy notoria y acudían a verle infinidad de gentes muy necesitadas. Su labor era amplia: tomaba el pulso, palpaba, vendaba, entablillaba, sacaba muelas, extirpaba lobanillos, suturaba, succionaba heridas sangrantes e imponía las manos con destreza. En Martín confluyeron las tradiciones medicinales española, andina y africana; solía sembrar en un huerto una variedad de plantas que luego combinaba en remedios para los pobres y enfermos.
Debió de empezar su labor como enfermero entre 1604 y 1610. La vida en el convento estaba regida por la obediencia a sus superiores, pero en el caso de Martín la condición racial también era determinante. Su humildad era puesta a prueba en muchas ocasiones.
Parecía tener una concepción muy pobre de sí mismo y hasta como miserable, y por lo tanto digno de malos tratos. Aunque frecuentaba a la gente de color y a castas, nunca planteó reivindicaciones sociales ni políticas; se dedicó únicamente a practicar la caridad, que hizo extensiva a otros grupos étnicos.
Todas estas dificultades no impidieron que Martín fuera un fraile alegre. Sus contemporáneos señalan su semblante alegre y risueño. Otra de sus facultades fue la videncia. Se cuenta que su hermana Rosa había sustraído una suma de dinero a su esposo, y se encontró con su hermano, el cual inmediatamente le llamó la atención por lo que había hecho.
- Su hermana no salía de su asombro, ya que nadie sabía del hurto.
- También tuvo facultades para predecir la vida propia y ajena, incluido el momento de la muerte.
- En línea con la espiritualidad de la época, San Martín de Porres y su coetánea Santa Rosa de Lima practicaron la mortificación del cuerpo.
- Martín se aplicaba tres disciplinas cada día: en las pantorillas, en las posaderas y en las espaldas, siguiendo un riguroso horario y evitando mermar su salud para el cumplimiento de otras obligaciones.
Llevaba además dos cilicios: una túnica interna de lana entretejida con cerdas de caballo y una cadena ceñida, posiblemente de hierro. Su preocupación por los pobres fue notable. Se sabe que los desvalidos lo esperaban en la portería para que los curase de sus enfermedades o les diera de comer.
Martín trataba de no exhibirse y hacerlo en la mayor privacidad. La caridad de Martín no se circunscribía a las personas, sino que también se proyectaba a los animales, sobre todo cuando los veía heridos o faltos de alimentos. Tenía separada en la casa de su hermana un lugar donde albergaba a gatos y perros sarnosos, llagados y enfermos.
Parece que los animales le obedecían por particular privilegio de Dios. Uno de los episodios más conocidos de su vida es que hizo comer del mismo plato a un perro, un perico y un gato. Como se dice de otros santos de la época, Martín también sufrió las apariciones y tentaciones del demonio.
Se cuenta que en cierta ocasión bajaba por las escaleras de la enfermería dispuesto a auxiliar a uno de sus hermanos cuando se encontró con el demonio debajo de la escalera. Martín tuvo que sacar el cinto que llevaba y comenzó a azotar al demonio para que se fuera del convento. También se le atribuyó el don de lenguas, el don de agilidad y el don de volar.
Sus compañeros, que lo vigilaban continuamente, veían cómo su cuerpo se iluminaba. Se contó de él que podía estar en dos lugares a la vez y penetrar en los cuerpos sin mayor resistencia. Hacia 1619 comenzó a sufrir de cuartanas, fiebres muy elevadas que se presentaban cada cuatro días; este mal se le fue agudizando, aunque continuó cumpliendo con sus obligaciones.
Con el correr del tiempo, Martín fue ganando no sólo fama sino que empezó a ser temido. La imaginería popular se desconcertaba ante sucesos sobrenaturales, algunos de ellos no presenciados pero conocidos de oídas. Por ejemplo, cierto ensamblador llegó a asustarse porque con mucha frecuencia se aparecía sin ser visto.
Comenzaron a correr rumores de que deambulaba por el claustro por las noches, rodeado de luces y resplandores. También causaban miedo sus apariciones inesperadas y sus desapariciones inexplicables. En octubre de 1639, Martín de Porres cayó enfermo de tabardillo pestilencial.
Murió el 3 de noviembre de ese año. Hubo gran conmoción entre la gente, doblaron las campanas en su nombre y la devoción popular se mostró tan excesiva que obligó a hacer un rápido entierro. A pesar de la biografía ejemplar del mulato Martín de Porres, convertido en devoción fundamental de las castas y gentes de color, la sociedad colonial no lo llevaría a los altares.
El proceso de beatificación terminó en 1962, bajo el papado de Pablo VI ; su festividad se celebra el 3 de noviembre. Cmo citar este artculo: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. « ». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea, Barcelona, España, 2004.
¿Cuánto está el pasaje de Lima a San Martín?
Servicio de autobús de Lima a Jr. San Martín – Tiempo Promedio de Viaje Punto de Partida Punto de Llegada Servicios de Bus diarios Bus más Barato 10 horas 50 minutos Lima Jr. San Martín 1 PEN 56.00
¿Qué estación del tren está más cerca a San Martín de Porres?
La estación Los Postes es la más cercana a San Martin De Porres en San Juan D.
¿Cuál fue el segundo milagro de San Martín de Porres?
¿Cuáles fueron los milagros que lo convirtieron en santo a Martín de Porres? En el siglo XIX, San Martín de Porres fue una especie de símbolo de la abolición del tráfico de esclavos y de la esclavitud, y en el XX fue como una persona que encapsuló muy bien las ideas de la opresión de los afro descendientes en América.
- Es así como justo en su canonización se le reconoce como el santo de la justicia social, de lo universal que es la Iglesia.
- A los 15 años, Martín de Porres entró en la Orden de Santo Domingo de Guzmán y se formó como fraile, pese a la oposición de su padre, un caballero de la Orden de Alcántara.
- Cuando ingresa al convento dominico de Nuestra Señora del Rosario se dedica a cuidar y cultivar los jardines, además de rezar y curar enfermos.
Para su beatificación, sin embargo, se aceptaron dos milagros relacionados con la sanación instantánea de enfermos. El primero fue el concedido a Elvira Moriano, a quien los médicos le habían dicho que perdería la visión del ojo derecho, debido a una herida provocada cuando chocó contra una ventana.
- De acuerdo con Celia Cussen, un padre dominico le envió una reliquia de San Martín de Porres y le pidió se encomendara a él.
- Su ojo sanó al día siguiente.
- Una veintena de testigos dieron por verdadero el hecho.
- El segundo milagro, comprobado por al menos cinco personas, fue el del niño Melchor Varanda.
El pequeño cayó del techo de su casa en Lima y se rompió el cráneo. Los médicos lo daban por desahuciado, pero su madre se encomendó al santo peruano. Al día siguiente, como ocurrió en el caso anterior, el pequeño se levantó como si nada hubiera pasado.
Para su canonización, la Sagrada Congregación de Ritos también aceptó dos casos. El primero de ellos ocurrió en 1948 en Paraguay: a una anciana de 89 años le dieron pocas horas de vida luego de sufrir un infarto. Su hija, que estaba en Buenos Aires, rezaba a Martín de Porres por la salud su madre. La familia inició los arreglos de su funeral, pero al día siguiente despertó milagrosamente sana.
Finalmente, en Tenerife, en 1956, un niño de nombre Antonio Cabrera Pérez estaba a punto de perder su pierna izquierda debido a una gangrena. Un amigo de la familia entregó una reliquia y una imagen de Martín de Porres a la madre. Ella pasó ambos objetos por encima de la pierna del menor y rezó para que no la perdiera.
¿Que decía San Martín de Porres al curar a los enfermos?
(1-4) ‘Yo te curo, Dios te sana’ era la frase que siempre solía decir’, como diciendo, yo pongo el remedio de mi parte y, si te curas, es por obra de Dios y no mía; y, así evitaba muestras de veneración a su persona.
¿Cómo santo devoto San Martín de Porres cuida más a?
¿Cómo fue la vida de Martín de Porres? – Martín de Porres nació en Lima el 9 de diciembre de 1579. Fue hijo de Juan de Porres, caballero español de la Orden de Calatrava, y Ana Velázquez, negra libre panameña. A los doce años empezó a aprender los oficios de peluquero, asistente de dentista y medicina natural.
A todos amaba y curaba sin distingo de su procedencia étnica Más tarde, llegó a ser cirujano. La casa de Martín se llenó de mendigos y personas que no tenían la capacidad económica, pues eran atendidos gratuitamente y con mucho esmero por el famoso barbero y cirujano de Lima. Martín decide entrar al convento de Nuestra Señora del Rosario en Lima.
Sin embargo, debido a su condición de mulato, ingresa a la comunidad como “donado”. En el convento se le confió el oficio de la limpieza ; su escoba fue, con la cruz, la gran compañera de su vida. De ahí que fuera popularmente conocido como Fray Escoba, Vidriera de San Martín de Porres en la Catedral de Baltimore. Foto: Fr. Lawrence OP Martín de Porres falleció en 1639 y sus restos se encuentran en la Basílica de Santo Domingo en Lima. Fue canonizado en 1962 por Juan XXIII y es patrono de la Justicia Social y de los hermanos cooperadores dominicos.